2 185 monumentos y 206 museos conforman un patrimonio de excepción !
Para empezar la visita, elija algunos de los monumentos imperdibles de la capital: disfrute de una vista panorámica de la ciudad desde lo alto de la torre Eiffel, a 330 metros del suelo, admire las gárgolas de la catedral de Notre-Dame que describió Victor Hugo o domine la colina más alta de París, subiendo a la basílica del Sacré-Cœur. Estos tres monumentos son los tres más visitados por los turistas. No lejos de Notre-Dame, la Sainte-Chapelle y sus maravillosas vidrieras merecen su atención.
A dos pasos de los Campos Elíseos, el inmenso edificio de piedra y cristales del Grand Palais (cerrado hasta 2024, los visitantes están invitados al Grand Palais Ephémère) acoge las exposiciones más prestigiosas. El Arco de Triunfo, que mandó edificar Napoleón, ofrece un panorama sobrecogedor de la ciudad.
En el centro de París, el Louvre, dejó de ser residencia real con la Revolución Francesa a finales del siglo XVIII, para convertirse en el museo más visitado del mundo. El museo de Orsay, por su parte, reúne la colección más importante de pintura impresionista y posimpresionista.
Otro lugar insoslayable es la Ópera. El Palais Garnier impacta por su fachada fabulosamente decorada y por el techo pintado por Marc Chagall. Por último, una escapada al cementerio del Père-Lachaise le ofrecerá la oportunidad de meditar entre las sepulturas de numerosos artistas.