A la vez monumento parisino, inmenso parque de 44 hectáreas y museo al aire libre, el cementerio del Père-Lachaise es una fuente inagotable para pasear, apreciada todos los años por más de 3 millones de visitantes. Enfoque sobre los ineludibles de este lugar único en París.
El Père-Lachaise, cementerio más popular de París, también es el más buscado, y donde numerosas personalidades, tienen el honor de pasar allí la eternidad. Un paseo por las sepulturas sumerge los visitantes en una auténtica exploración atípica del patrimonio cultural francés e internacional: Honoré de Balzac, Colette, Eugène Delacroix, Raymond Radiguet, Maria Callas, Sarah Bernhardt… la lista de las personalidades que descansan aquí es muy larga. Y es que se cuentan más de 40 cantantes, 40 compositores, 75 pintores… ¡y muchos más!
Héloïse y Abélard, los amantes malditos, fueron, en 1817, las primeras celebridades del cementerio, todavía muy reciente en esa época. Los cuerpos de Molière y de Jean de La Fontaine siguieron el mismo año, aunque por diferentes motivos, no es seguro que sean realmente ellos que descansan bajo la piedra… En cuanto a Frédéric Chopin, su cuerpo descansa aquí… pero no su corazón (en Polonia). El compositor, por miedo a ser enterrado vivo, pido a que le sacaran este órgano…
Cuando vea algunas madalenas sobre una tumba, es señal que ha llegado a la de Marcel Proust, y si se cruza con un sauce apenas abierto, es que se encuentra al lado de Alfred de Musset, a quien le encantaba este árbol. En cuanto a la sepultura de Jim Morrison, es una de las más concurridas, y tiene la particularidad de reunir a multitud de admiradores los días aniversarios de su desaparición, el 3 de julio.
Otros testigos de nuestra historia, los diferentes muros en honor a nuestros desaparecidos, como el Mur des fédérés (Muro de los Federados).
El Père-Lachaise no solo es un lúgubre cementerio, también ofrece románticos paseos, con decoración amorosas… ¡e incluso eróticas!
Una esfinge de piedra con gigantescas alas anuncia la tumba del escritor irlandés Oscar Wilde, proscrito de su país de origen por un beso homosexual, y exiliado en Francia a finales del siglo XIX. De modo que naturalmente, con el tiempo, la esfinge ha quedado cubierta por besos de pintalabios y grafitis amorosos…
¡Otro yacente no goza bien de su descanso! La tumba de Victor Noir, periodista matado durante la Commune, está decorado por une estatua mortuoria esculpida tal como fue encontrado el cuerpo del muerto: acostado de espaldas, y con una notable prominencia bajo sus pantalones. Produjo una serie de creencias populares entorno a la fertilidad, que han convertido esta sepultura en la más tocada por las visitantes, como lo demuestra el desgaste de una zona muy localizada de la escultura…
Para un paseo un poco indecente del cementerio: Félix Faure, un antiguo presidente de la Republica, muerto en pleno adulterio, Guillaume Apollinaire a poca distancia de su amante Marie Laurencin, enterrada con sus cartas de amor encima de su corazón, y también Edith Piaf, con cuatro de sus esposos o amantes en su alrededor.
Para terminar, este inmenso jardín, a la vez refinado y salvaje, le ofrece sorpresas a cada vuelta, con su flora tan variada. ¡Mas de 5000 árboles llenan el cementerio, entre los cuales un arce centenario de 12 metros de alto, un castaño de Indias 3,45 metros de circunferencia, también centenario, y numerosas rarezas como un árbol con peluca, una gutapercha y dos ginkgos biloba!
Esculturas admirables también participan al estetismo del cementerio, y representan un auténtico arte funerario: parejas reunidas para la eternidad, viuda desconsolada, soldado en combate, u hombre sosteniendo la cabeza de su esposa entre sus manos, son algunos de los ejemplos de las numerosas originalidades arquitectónicas de las aproximadamente 70 000 sepulturas del Père-Lachaise. Por otra parte, las de muy grandes dimensiones del cementerio ofrecen circuitos cada vez renovados, entre amplias alamedas cuidadas, y rincones inexplorados, particularmente preciosos en verano.
Y es que, según las estaciones, el cementerio del Père-Lachaise presenta una cara siempre diferente. ¡Romántico en primavera, misterioso bajo la nieve de invierno, o colorido en otoño, va cambiando a lo largo del año, maravillando a los aficionados de foto!
¿Le apetece descubrir todos los misterios de las personalidades inhumadas en el Père-Lachaise? Consulte a un especialista. Grandes historias y pequeñas anécdotas no tendrán más misterios para vosotros: