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Espacios verdes en el corazón del Gran París

Espacios verdes en el corazón del Gran París: un soplo de aire puro en plena ciudad.

El corazón del Gran París alberga numerosos parques y jardines de todo tipo. Unos rincones de la capital que no puede perderse y que le ofrecen el marco ideal para hacer un alto en plena naturaleza estando en la ciudad.

Jardines que no puede perderse

Si quiere viajar por la Historia, no se pierda el Jardín de las Tullerías (I), de visita obligada. Este espacio verde creado por Le Nôtre en el siglo XVII, y ejemplo meridiano del jardín "francés", se caracteriza por su diseño geométrico y su perfecta simetría. Representa el triunfo de la razón sobre la naturaleza y el culmen del arte paisajístico francés, al igual que los Jardines del Luxemburgo (VI) y los Jardines del Palacio Real (I).

El jardín "inglés", por su parte, prefiere las formas irregulares, dejando que la naturaleza campe por sus respetos, como en el Parque Monceau (XVII). Paradigma del romanticismo, es un lugar encantador que trasciende el tiempo gracias a sus columnas, estatuas y ruinas antiguas.

En pleno centro de París, el nuevo Parque Riberas del Sena ocupa casi diez hectáreas a ambos lados del famoso río: desde el puente del Alma hasta el puente Real en la Orilla Izquierda, y desde el puente Nuevo hasta el puente de Sully, pasando por el puerto del Arsenal, en la Orilla Derecha. Un paseo verde, jalonado por instalaciones deportivas, áreas de descanso, zonas de juegos infantiles y establecimientos de restauración.

Algunos espacios verdes ofrecen vistas fabulosas de los grandes monumentos parisinos, como el Parque del Campo de Marte y los Jardines del Trocadero (VII), con una perspectiva espectacular de la Torre Eiffel. Desde la Explanada de los Inválidos (VII) se disfruta de una magnífica panorámica del Gran Palacio a un lado y de la cúpula de los Inválidos al otro. Los Jardines de los Campos Elíseos (VIII), que se extienden desde la plaza de la Concordia a la glorieta de los Campos Elíseos, ocultan maravillosas sorpresas para los paseantes: praderas de césped, alamedas de castaños, macizos paisajísticos con estatuas, fuentes, canales, quiosco de música y juegos infantiles.

Espacios verdes secretos

¿Quiere apartarse de los caminos trillados? Ponga rumbo a los jardines escondidos en el corazón de la capital. A unos pasos del Centro Pompidou, el Jardín Anna Frank (III) ofrece un marco privilegiado para hacer un alto en plena naturaleza y reponerse después de una visita cultural. Asimismo, el Jardín Catherine Labouré (VII) viene como pintado para descansar después de una jornada de compras en el Bon Marché. Algunos museos parisinos atesoran también preciosos rincones verdes. El Museo Rodin (VII), por ejemplo, encierra un magnífico jardín de esculturas donde pueden descubrirse obras maestras del artista como La Puerta del Infierno o El Pensador. Del lado de los Archivos Nacionales (III), varios jardines pertenecientes a palacetes privados componen un sorprendente espacio verde actualmente abierto al público.

Jardines botánicos

Para compaginar naturaleza y visita pedagógica, nada mejor que acudir a uno de los cuatro jardines botánicos de la capital. Creado en el siglo XVII, el Jardín de las Plantas (V) fue el primer jardín abierto al público en París. Además de darle la ocasión de hacer un alto en la naturaleza dentro de la capital, este famoso jardín botánico le permite descubrir toda la riqueza y la diversidad de la flora a través de una docena de jardines temáticos. Los cuatro Grandes Invernaderos del Jardín de las Plantas, construidos en 1830, le invitan a adentrarse en el corazón de la biodiversidad de los cinco continentes: selva tropical, desiertos y medios áridos… ¡El mundo entero en un solo lugar!

Arquitectura vegetal

Muro vegetal, Musée du quai Branly

¿Quién dijo que naturaleza y ciudad eran irreconciliables? En el centro del Gran París, es posible admirar varias obras de arquitectura vegetal que merecen ser visitadas. Además de aportar una nueva nota de frescor, son auténticas obras de arte realizadas por los paisajistas y botánicos más famosos del momento, como el francés Patrick Blanc. Para admirar estas obras que conjugan vegetación y urbanismo, acérquese por ejemplo al Museo del Quai Branly – Jacques Chirac (VII) que ostenta una pared vegetal de 800 m², al Oasis de Abukir.