La zona oeste del Gran París alberga numerosos parques y jardines imprescindibles que merecen, sin duda, la visita. Entre ellos, el Jardín de Aclimatación (XVI). Creado en el siglo XIX, este parque de 19 hectáreas situado en los confines del Bosque de Bolonia es el ancestro de los parques recreativos franceses. Perfecto para una salida en familia, cuenta con numerosas atracciones, muchas de ellas teñidas de un cierto encanto trasnochado, como el Río Encantado o el Trenecito. ¡No pasa de moda!
En el corazón del Bosque de Bolonia, el Parque de Bagatelle (XVI) es un imprescindible. Construido en el siglo XVIII, apuesta por la vertiente romántica con sus cascadas artificiales, sus grutas y sus puentecitos. A dos pasos de allí, el Pré Catelan ofrece agradables y frondosos paseos poblados de árboles centenarios: un haya púrpura de 200 años y una secuoya plantada en 1872. Allí se esconde también el delicioso Jardín Shakespeare (XVI), que reconstruye el universo del autor isabelino mediante delicados espacios temáticos inspirados en sus mayores obras maestras.
Para conciliar naturaleza e historia, trasládese al majestuoso Parque Nacional de Saint-Cloud. Construido en el siglo XVI, transformado por María Antonieta un siglo más tarde y convertido en residencia de verano de los reyes en el siglo XIX, en este jardín "francés" se erigía antiguamente un palacio, hoy desaparecido. Es el lugar ideal para hacer un alto en plena naturaleza. Otro enclave histórico imprescindible es el Palacio de Versalles que le ofrece una exploración grandiosa por el corazón de los dominios verdes del Rey Sol.
Bordeando el Sena, también podrá descubrir el Parque Departamental de la Isla de Saint-Germain. Situado en una isla del río, en este espacio verde de 20 hectáreas se alza la famosa "Torre de las Figuras", monumental escultura de Jean Dubuffet que además incluye varios jardines temáticos. Entre ellos, el Jardín de las Lavandas de ambiente mediterráneo o el Jardín de las Malezas que le traslada al corazón de la campiña francesa con sus flores silvestres… Un parque que le sorprenderá por su diversidad.
El Parque Departamental de Chanteraines, pulmón verde de 82 hectáreas, se extiende de Gennevilliers a Villeneuve-la-Garenne. Es un lugar de exploración, de relajación y de paseo, salpicado de dos estanques, prados y una reserva natural. Propone infinidad de actividades para pequeños y grandes.
Desde su creación en la década de 1980, el Parque Departamental de la Isla de Saint-Denis constituye igualmente un lugar idóneo para deambular, explorar y disfrutar del tiempo de ocio. Este parque de 23 hectáreas, de forma longilínea y con un relieve ondulado, ofrece amenos miradores sobre el Sena circundante y posee una interesantísima diversidad vegetal y animal (mamíferos, insectos, así como medio centenar de especies de aves). En cuanto a las actividades, la Casa del Parque organiza numerosos eventos durante todo el año.
Si lo que quiere es disfrutar de un momento verde y romántico, ponga rumbo a la magnífica rosaleda del Parque de Bagatelle (XVI), una de las más grandes y antiguas de Francia. Podrá pasear rodeado por nada menos que 10 000 rosales.
Si prefiere evadirse con una nota exótica, diríjase al Jardín de los Invernaderos de Auteuil (XVI). Construido en 1898, agrupa un conjunto de invernaderos entre los que destacan un palmeral, un naranjal y un jardín tropical.
Para un descanso 100% natural, recorra el Bosque de Bolonia, un antiguo coto de caza de los reyes de Francia. Hoy en día, es el mayor espacio verde del oeste de París, con una superficie de 850 hectáreas surcadas por innumerables paseos peatonales, 28 kilómetros de caminos destinados a la equitación y 15 kilómetros de rutas cicloturísticas.
¿Le atrae lo inesperado? Descubra la Petite Ceinture. Este “pequeño cinturón” verde en plena zona urbana sigue el trazado de una antigua vía férrea de 32 kilómetros de longitud, que rodea París. Aunque actualmente está fuera de servicio, es posible acceder a algunos de sus tramos. Tiene varios puntos de entrada: uno en el distrito XV, otro en el XIII y un último en el XII. En este lugar atípico, la naturaleza ha recobrado su protagonismo y es posible avistar numerosas especies animales y florales.
Por la parte del nuevo complejo artístico del Sena Musical, el Jardín Bellini se extiende sobre 7410 m² en la Isla Seguin y muestra la vegetación típica de las riberas del Sena. Una gran escalera permite el acceso a los visitantes.
Otra idea insólita: los hipódromos. El Hipódromo de Auteuil y el Hipódromo de Longchamp ofrecen la oportunidad única de reunir emoción y relax, de compaginar la exaltación de una carrera de caballos con la quietud de un entorno de espesura vegetal.
La parte oeste del Gran París está repleta de oasis de verdor, propicios a dar amenos paseos campestres, como los antiguos pueblos de Passy y de Auteuil, remansos frondosos en pleno centro del distrito XVI.
Recorra las orillas del Sena, de París a Villeneuve-la-Garenne y la Isla de Saint-Denis. El Sena invita a relajarse con sus numerosas atracciones (actividades náuticas, paseos a pie o en bicicleta), sus bares y sus restaurantes. Descubrirá varias islas con una personalidad singular: la Isla de Saint-Germain y la Torre de las Figuras de Dubuffet; la Isla Seguin y el nuevo Sena Musical; la Isla de Puteaux colindante con La Defensa, un lugar idóneo para la práctica deportiva; la Isla de la Jatte y su recorrido de los Impresionistas, y como colofón, la Isla de Saint-Denis.
El famoso río está bordeado de sitios culturales notables: la Ciudad de la Cerámica, en Sèvres; el Parque Nacional de Saint-Cloud; el Museo-Jardín Departamental Albert-Kahn; el Museo de los Años 30 en Boulogne-Billancourt; el Bosque de Bolonia; La Defensa y su arquitectura contemporánea; el Parque Departamental de Chanteraines, y el Puerto de Gennevilliers.