Familia

Dulces y helados

Pasteles, helados, crepes, y algodón de azúcar: para intermedios muy golosos

Las pastelerías y heladerías parisinas son un verdaderos paraíso para los niños,¡y también para sus padres!

A dos pasos del Louvre, bajo las arcadas de la rue de Rivoli, puede probar el legendario chocolate caliente de Angelina con su cuenquito de nata montada y su famosa especialidad, el Mont-blanc.

En la isla Saint-Louis, se encuentra Berthillon una heladería que no para de crear nuevos helados y sorbetes desde los años 1950 para el placer de todo el mundo, cual sea su edad: sabor calisson, cappuccino, praliné con piñones, chocolate blanco, piña, cóctel exótico…

También a saborear en familia: los míticos macarons Ladurée, en los Champs-Elysées, que tienen como ventaja de poder viajar en maleta. Otros sitios como los jardines, plazas y quioscos ambulantes saben como darle ¡un antojo de crepes, helado o algodón de azúcar! Lo que no es fácil de encontrar por París son los gofres. Además, las creperías y salones de té no las suelen proponer.

Sin embargo, se pueden saborear  “verdaderos gofres” en el restaurante  L'Avant-Comptoir de Yves Camdeborde o “para llevar” en el Jardin d'Acclimatation o algunas avenidas comerciantes