Es frecuente descubrir, a lo largo de un paseo por las calles de París curiosidades bien escondidas: una pagoda china, un viejo árbol de 400 años o extrañas medallas incrustadas en el suelo. ¡Además, casi siempre, existe una insólita historia detrás de estas hazañas! Descubra estos pequeños tesoros esparcidos por toda la ciudad.
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¡Perfectamente asimétrico, este edificio de 6 pisos no pasa desapercibido en este tranquilo barrio de la Torre Eiffel! Construido en 1900 por el arquitecto Jules Lavirotte, el edificio sigue el mismo estilo que la obra de Gaudí en España. Con sus líneas curvas, sus ventanas disímiles, sus colores atípicos, y, sobre todo, su impresionante revestimiento de mosaicos y su majestuosa puerta esculpida (en la que se esconde un travieso detalle...), el edificio es una verdadera obra maestra de arquitectura.
A descubrir en el número 29 avenue Rapp, 75007
© Créatividie Elodie Gutbrod
A primera vista, estas fachadas son como todas las de su alrededor, pero sus puertas, ventanas y balcones no son más que trampantojos. Diseñados para preservar la unidad arquitectónica de la calle, ocultan a menudo sistemas eléctricos o de ventilación de la compañía de transporte parisina, la RATP. Para encontrarlos, acérquense, no cuentan con ningún código o manija... Mientras que algunos son particularmente realistas, como los de la rue Lafayette, otros están simplemente dibujados, como la fachada del edificio de la rue Quincampoix.
A descubrir en varios lugares de París, como en el numero 145 rue La Fayette, 75010 o en el numero 29 rue Quincampoix, 75004.
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Encargado por el rey Charles V en el siglo XIV, el reloj del Palais de la Cité, ricamente adornado en oro, ha estado dando la hora a los parisinos desde 1371. Con el tiempo, la esfera ha sufrido algunas modificaciones y arreglos, de acuerdo con los estados de ánimo de los diferentes soberanos franceses. Así, entre las dos figuras alegóricas de la Ley y la Justicia, podrá ver las iniciales de Henri II y Catherine de Médicis, inscripciones en latín, así como las fechas de su restauración.
A descubrir en el Boulevard du Palais, 75001
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Emblema de los Estados Unidos y más particularmente de la ciudad de Nueva York, la Estatua de la Libertad es sin embargo una creación francesa del escultor Auguste Bartholdi, regalada como símbolo de la amistad entre los dos países. ¡Si la de la Liberty Island es la más grande con sus 97 metros (incluyendo la base), París tiene 5 réplicas esparcidas por toda la ciudad, incluyendo una bien escondida en la armadura del Centauro de César! Descúbralos y no se pierda la Llama de la Libertad en el Puente del Alma, una reproducción de la antorcha de la estatua.
A descubrir en l’île aux Cygnes, Pont de Grenelle, 75015; en el musée des Arts et Métiers, 292, rue Saint-Martin, 75003; en los Jardin du Luxembourg, rue Guynemer, 75006 ; en el musée d’Orsay, 1, rue de la Légion d’Honneur, 75007 ; y en el Centaure de César, place Michel Debré, 75006
© Créatividie Elodie Gutbrod
En el barrio del Marais se encuentra la casa más antigua de París: la casa de Nicolas Flamel. Construida en 1407, este albergue fue durante mucho tiempo utilizado como refugio para los pobres y desfavorecidos, que el famoso alquimista (se dice que descubrió el secreto para convertir el plomo en oro) acogió a cambio de unas pocas oraciones. Hoy en día es un tradicional bistrot, su frontón es testigo de la rica historia de esta casa. Durante mucho tiempo, la casa del número 3 rue Volta fue considerada como la más antigua de París, hasta que ésta se robó el espectáculo.
A descubrir en el número 51 rue de Montmorency, 75003.
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Con sus 5,75 m de largo y 3,30 m de ancho, la rue des Degrés es la calle más pequeña de París, pero esa no es su única particularidad. ¡Y es que se compone simplemente de una escalera de 14 escalones! Construida en 1634 tras la demolición del recinto de Charles V, fue testigo de la Revolución Francesa, como recuerda su placa conmemorativa: "Aquí el Barón de Bratz y sus amigos trataron de hacer escapar a Louis XVI en la mañana del 21 de enero de 1793". Hoy en día, con sus más bellos colores y obras de Street art, esta pequeña calle no tiene nada que envidiarle a una grande.
A descubrir entre los números 50/52 rue Beauregard y el 87 rue de Cléry, 75002
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¡Qué sorpresa encontrarse frente a un edificio de estilo asiático en pleno centro del muy elegante distrito 8 de París! La Maison Loo es la obra de un caprichoso marchante de arte asiático, Ching Tsai Loo, que tuvo la idea de transformar una clásica mansión privada en una pagoda perfectamente atípica y erigirla en museo privado. El coleccionista le confió esta misión al arquitecto François Bloch en 1925. Casi un siglo después, la casa, su techo encurvado, sus hermosas tejas y su fachada roja están catalogadas como monumento histórico y siguen siendo la atracción del barrio.
A descubrir en el número 48 rue de Courcelles, 75008
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Al pasear por el barrio de Belleville, no deje de descubrir uno de los terrenos de juego favoritos de los street artists: la rue Dénoyez. Con sus 150 metros de largo, ofrece un lienzo para todas las artes y los eventos que se organizan regularmente allí. Frescos masivos, graffitis, etiquetas, macetas pop... La calle cambia de aspecto muy regularmente.
A descubrir rue Dénoyez, 75020
© Créatividie Elodie Gutbrod
Construidas durante el 1er siglo, bajo la dominación romana, las arènes de Lutèce son el vestigio más antiguo de la historia de París. ¡Si hoy en día son un lugar de relajación, fueron un teatro y una arena, y podían acoger hasta 12.000 personas! Este tesoro se salvó de ser destruido en el siglo XIX, gracias a una petición, apoyada por Victor Hugo, que permitió su preservación.
A descubrir en el número 49 rue de Monge, 75005
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Diseñado por Jean Nouvel, el musée du Quai Branly - Jacques Chirac se viste, desde el 2004, con uno de los más grandes y bellos muros vegetales de la capital. Esta obra de arte es una creación de Patrick Blanc, un pionero de este tipo de composición. Con una altura de 22m y un largo de 47m, le da un lugar de honor a las plantas de todo el mundo, como un reflejo a la calidad del museo. Se han plantado unas 15.000 plantas de 376 especies para embellecer esta fachada. Un auténtico shot verde frente al Sena. Se puede ver otro muro vegetal en la rue d'Aboukir.
A descubrir en el número 37, quai Jacques Chirac, 75007
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Paseando por el Barrio Latino, puede que se encuentre con un vestigio de otra época, de más de 4 siglos de antigüedad... Este monumento bien escondido en el square Viviani es de 1601 y nos muestra cuanto la naturaleza puede ser milagrosa ya que es el árbol más antiguo de París, un majestuoso Robinia de más de 15 metros, importado de América del Norte y plantado allí por Jean Robin, el arbolista oficial de Henri IV. Aunque el árbol siga produciendo flores cada primavera, ha tenido que ser sostenido por una estructura de cemento. Después de ser testigo de la construcción de Versalles y de la Torre Eiffel, no cabe duda de que seguirá siendo testigo de muchos más acontecimientos de la historia de París.
A descubrir square Viviani, 75005
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¿Lo sabía? Algunas zonas con hierba no son fácilmente accesibles para los jardineros del Ayuntamiento de París. Por lo tanto, para mantener estos céspedes, se necesitan empleados bastante especiales: ¡cabras y ovejas! Así que no es raro ver a estos animales pastando tranquilamente por el Jardin des Tuileries o al lado del périphérique (vía de circunvalación de París). ¡Abra bien los ojos cuando llegue el verano!
A descubrir en el Jardin des Tuileries, Place de la Concorde, 75001
© OTCP Amélie Dupont
Construido bajo Napoleón III, el puente de l’Alma fue originalmente construido con 4 estatuas en homenaje a los soldados de la Guerra de Crimea y la Batalla del Alma, incluyendo al famoso Zouave, un soldado francés del norte de África. En 1910, durante la gran inundación del Sena, se convirtió en un indicador de la elevación de las aguas. Desde entonces, cada vez que hay una crecida, todos los ojos se dirigen a esta estatua, cuya cabeza nunca quedo bajo el agua, para medir su amplitud. Cuando el puente fue reconstruido en 1970, se movieron de lugar las otras estatuas, pero el icónico Zouave se quedó en el puente, ¡con unos pocos centímetros de diferencia!
A descubrir Quai de la Seine, 75008
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En la plaza frente a Notre-Dame, existe una losa de piedra que contiene una moneda de bronce rodeada por una rosa de los vientos, sobre la cual está grabado "Punto cero de los caminos de Francia". Este punto simbólico se convirtió, bajo Louis XV, en la referencia para calcular las distancias a otras ciudades. Esta losa fue instalada en 1924. Desde entonces, la tradición dice que, si camina sobre este punto, sus pasos siempre le llevarán de vuelta a París.
A descubrir en el parvis Notre-Dame, place Jean-Paul II, 75004
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A pocos pasos del parc Montsouris, un bonito pabellón de cristal llama la atención de los curiosos. ¡Además de su belleza, este elegante edificio es de utilidad pública! Domina uno de los mayores depósitos de agua potable de París: el réservoir Montsouris, construido a finales del siglo XIX para proveer en agua potable a los parisinos. De modo que, bajo sus pies, unos 200.000 m3 de agua se mantienen a una temperatura ideal de 12° sobre dos pisos. Las visitas son raras pero extraordinarias. Si se presenta la oportunidad, no dude ni un segundo. Podrá entonces admirar "la catedral", esta magnífica parte del embalse con 1800 pilares arqueados y cuya agua es de color azul laguna.
A descubrir en el Pavillon de la porte d’Arcueil – 113-115, rue de la Tombe Issoire, 75014
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Hermosas mansiones de ladrillo rojo, arcadas simétricas, un bonito parque en su centro... La Place des Vosges, una de las cinco plazas reales de París, ofrece muchas ventajas y merece toda su atención. En el número 5, mire hacia abajo para dar un salto en el pasado, a principios del siglo XX. Aquí, los rieles son visibles en la entrada del porche. ¿Cuál es el secreto de este vestigio? Este edificio era simplemente la sede de la Compagnie internationale des wagons-lits (Compañía Internacional de Coches Cama) y esta puerta daba acceso a las cocinas, que suministraba las estaciones. ¡Los platos se cargaban en los rieles para llegar hasta la plaza, y de ahí se trasladaban a los camiones frigoríficos que los repartían por la ciudad!
A descubrir 5 place des Vosges, 75004
© Créatividie
Durante sus paseos por París, observe bien por todas partes, mire incluso el suelo, porque podría encontrarse con sorprendentes tesoros. Es el caso de los 135 medallones de bronce que llevan el nombre de Arago, dispersos por toda la ciudad, a lo largo del meridiano de París. Esta línea simbólica, diseñada en 1994 para rendirle homenaje al famoso científico, se extiende a lo largo de 9 km desde el norte, en la Porte de Montmartre, hasta el sur, en la Cité Universitaire. Cruza el Observatoire de París, el Jardin du Luxembourg y el Louvre. ¡Busque estas curiosidades!
A descubrir un poco por todas partes por el suelo parisino
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Desde el exterior, la iglesia de Notre-Dame du Travail -construida entre 1899 y 1902- presenta una bella arquitectura clásica. Pero al entrar en la iglesia, uno se sorprende al ver un marco metálico sorprendente e inesperado. Este impresionante armazón se fabricó con 135 toneladas de hierro rescatado de las ruinas del Palacio de la Industria construido para la Exposición Universal. Esta estructura confiere a la iglesia, situada a dos pasos de la estación de tren de Montparnasse, un estilo moderno e industrial.
A descubrir en el número 59 Rue Vercingétorix, 75014
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La historia de la pastelería Stohrer no es cualquiera, ya que hay que regresarse hasta el siglo XVIII. Nicolás Stohrer, un joven alsaciano, se formó en las cocinas del rey de Polonia y luego siguió a su hija, María, a Versalles cuando se casó con Louis XV. Después de trabajar en la corte durante 5 años, el pastelero abrió su propia tienda en la rue Montorgueil. En esta tienda es donde nació el baba au rhum y donde acude todo París desde 1730. ¡Sigue siendo una de las más famosas pastelerías parisinas!
A descubrir en el número 51 rue Montorgueil, 75002
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Situada al este de los jardines de Luxemburgo, esta fuente, que lleva el nombre de su ilustre mecenas, Marie de Médicis, fue creada en 1630 en el parque del Palais de la Reine. Inicialmente simple pórtico, fue remodelado a lo largo del tiempo, hasta quedar equipado con un estanque de 50 metros. Su versión actual, que muestra a Polifemo sorprendiendo a Galatea en los brazos de Acis, es obra de Auguste Ottin. Con su estanque y exuberante vegetación, esta fuente es una de las más románticas de París.
A descubrir en el Jardin du Luxembourg, Boulevard Saint-Michel, 75006