Gastronomía / Local

Tendencia bistronomie

Para saborear las últimas tendencias, diríjase a los neobistrots que combinan cocina de bistrot y gastronomía.

© Nicolas Villion

Muy de moda, la bistronomie le aporta una ola de novedades a la gastronomía. Esta tendencia fue lanzada a principios de los 90 por el chef Yves Camdeborde, que deseaba democratizar la alta cocina reconciliando la cultura de bistrot (cervecería) con la gastronomía. Esta corriente culinaria tiene un nombre: la "bistronomie" (contracción de bistrot y de gastronomie), un neologismo creado en el 2004 por el periodista y crítico culinario Sébastien Demorand. ¡Una corriente que revela toda una generación de jóvenes y talentosos chefs ! En lo que se refiere a las recetas, los ingredientes son sencillos: se toman especialidades tradicionales, se les añade pasión por los bueno productos, una visión de autor y se salpican con un toque de creatividad.

Sabores de otros lugares

¿El lugar bistronómico de la que todo el mundo habla ? Le Chateaubriand, catalogado en la lista de los 100 mejores restaurantes del mundo por la revista británica especializada Restaurant ! Al mando de la cocina, un chef de origen vasco, Iñaki Aizpitarte, auténtico mentor para toda una generación de cocineros. Sus papilas van a sorprenderse, de modo que prepárese a una bomba de sabores y texturas, presentados a través de una elegante y gráfica puesta en escena de los productos. Para lograr reservar una mesa, tendrá que ser paciente. Si no desea o no puede esperar, también puede saborear la cocina de este chef super-tendencia en el Dauphin, tipo de hermano menor del Chateaubriand, situado a unos pocos metros. Aquí se sirve una cocina de buena calidad bistronomique, con además, el toque del chef Aizpitarte.

En el distrito de al lado, rue Saint-Maur, Le Servan, dirigido por las hermanas Katia y Tatiana Levha (Tatiana trabajó en L’Arpège y L’Astrance), sirve una cocina local con a veces algunos toques de cocina extranjera. En la carta, se pueden encontrar sabrosos platos tradicionales con algún que otro suave toque asiático. Un poco más al sur de París, el restaurante ATICA, en el distrito 5, le brinda la oportunidad de redescubrir el País Vasco y su cocina tradicional basada en productos locales.

Los chefs nipones y la cocina francesa

© Jérôme Galland

Auténtico fenómeno en el mundo de la gastronomía: los chefs nipones que se apropian y declinan con talento la cocina francesa. Como en Abri, diminuto comedor gastronómico, donde el chef Katsuaki Okiyama, que ha hecho sus clases con Robuchon, Taillevent y en L’Agapé, propone una gastronomía de alto nivel. Los lunes y sábados, dejen paso al legendario sandwich tonkatsu, versión snacking de un plato japonés típico, a base de cerdo empanado y frito.

Otro chef nipón: Masahide Ikuta, que trabaja con talento en el restaurante Grand 8. En el menú, una cocina bruta, minimalista y naturalista que realza el producto.

En el distrito XI, otra nueva dirección ineludible: el muy de moda Clown Bar que se ha instalado en el antiguo bar del Cirque d'hiver. En cocina, el que dirige es el chef japonés Atsumi Sota. Propone una carta que revisita con talento la cocina de bistrot. Aquí, también se viene por su sorprendente decorado, catalogado monumento histórico, que realza el mundo de los payasos.

Cada día un nuevo menú

© OTCP

Si le gusta sorprender a sus papilas, atrévase con la experiencia del menú sorpresa. Pierre Sang, joven chef mediatizado, ha abierto tres locales. Su primer restaurante, Pierre Sang in Oberkampf, propone un menú sorpresa renovado todos los días y compuesto por seis platos misteriosos de inspiración franco-coreana. ¡Le toca adivinar cuales son los ingredientes! Y si no encuentra: no se preocupe, se le desvelarán después de la degustación. ¡Una auténtica experiencia culinaria!

Bonhomme, el nuevo y animado bistró del distrito 10, es una visita obligada. La idea de este proyecto, obra de cuatro amigos, es reunir a la gente para disfrutar, compartir y socializar. El cuarteto elabora un menú que cambia a diario y respeta las estaciones, con el objetivo de forjar un fuerte vínculo entre sus comensales y los apasionados productores con los que trabajan. "Amigos, terruño y bolos": ¡una mesa en la que el buen humor está sin duda a la orden del día!

Dilia, un diminuto bistrot que puede acoger unas veinte personas, se ha instalado en Ménilmontant, en el distrito XX. En cocina, un joven chef toscano de talento, Michele Farnesi, le propone un menú único donde solo se le indica lo mínimo, es decir los principales ingredientes. Es normal, aquí, el que se realza, es EL producto. A nivel de estilo, es una cocina a la vez natural y muy elaborada, con sabrosas e inventivas combinaciones, que a veces resultan ser pura dinamita.

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