Otra novedad de la moda culinaria: los restaurantes monoproductos que aparecen por toda la ciudad. En el menú, un producto estrella, uno solo, pero preparado de muchas maneras diferentes. Libreta de direcciones ineludibles para los monomaniacos.
Hasta los chef con estrellas siguen esta tendencia. Como Antoine Westermann, premiado por tres estrellas Michelin, que ya dirige el Drouant, y que ha abierto recientemente el Coq Rico en Montmartre. Un establecimiento donde se comparte la pasión por las aves de calidad y donde se proponen los mejores productos: pollo amarillo cou-nu, pata de la región de Dombes, pato salvaje, paloma torcaz, poule-au-pot (tipo de puchero de gallina), pintada, perdigón, cocinados de mil y una maneras: caldo, terrina, rillettes (tipo de chicharrones finos), ensalada… El asador Solyles también se ha especializado en el pollo, con el cual propone un gran abanico de recetas diferentes. A saborear in situ o para llevar.
¿El huevo a la gallina? Existencial dilema... Los huevos se preparan de manera muy elaborada en Benedict del Marais, con cantidad de variaciones golosas entorno al huevo Benedictino, original receta de Estados-Unidos, compuesta por un huevo escalfado sobre una tostada de pan. Para satisfacer a todos, el huevo se cocina de diferentes maneras: tradicional, con aguacate, a la italiana, nórdico, con cheddar, con trufa…
Comedor elegante y de moda, Balls le propone exclusivamente albóndigas, en un ambiente minimalista y muy estudiado. Aquí se escogen las albóndigas (cordero, ternera, pollo…), una salsa y un surtido de acompañamientos a su gusto.
Si es un fanático del bogavante, venga al Pinces, un restaurante tranquilo que quiere hacer descubrir el bogavante a todos: se puede saborear según su gusto, entero, asado al horno o en Lobster Roll, un bocadillo de bogavante y pan tostado.
En lo que se refiere a Autour du Saumon, se le propone degustar salmón en todas sus variedades: ahumado, marinado, en sashimi o a la tártara…
Para terminar, siguiendo el linaje de los restaurantes monomaniacos, los especialistas. Para los amantes de la carne de ternera, aquí van algunas buenas direcciones 100 % carnívoras en las cuales uno puede disfrutar productos de calidad.
Los aficionados irán corriendo al Au Bœuf Couronné para saborear su famosa Costilla de Ternera asada Villette.
Para hacer una pausa carnívora, dése un salto hasta el Steak Point que le recibirá en un marco atípico, en el centro de la tienda de ultramarinos de las Galeries Lafayette. Allí podrá saborear lo mejor de la carne: carne tártara, filete, medallón, entrecot y costilla de ternera o de vaca pero también hamburguesas cocinadas frente a los clientes por el carnicero. Pero la guinda del pastel serán: ¡las patatas fritas a discreción!