En el noroeste de la capital, ¡hay novedades! En plena renovación, el barrio Clichy-Batignolles ve a lo grande, con su futuro palacio de justicia de 160 metros de alto, diseñado por el arquitecto Renzo Piano. Situado entre la muy animada plaza de Clichy y el tranquilo y burgués distrito XVII, del lado del parc Monceau, sabe cultivar su diferencia ofreciendo una cara multifacetas, combinando con talento el ambiente de pueblo, espacios verdes y modernidad. Clichy-Batignolles es un barrio que sube como una flecha en el barómetro de las tendencias con la apertura de numerosos lugares bobos. Lejos de los clichés, Clichy-Batignolles se ha convertido en uno de los barrios más simpáticos de la capital. Adelante: ¡a descubrir este popular barrio con estilo!
En cuanto a sabores, diríjase rue de Levis. Y hay que reconocer que esta vía comerciante es ideal para abrirle el apetito, gracias a sus numerosas tiendas de alimentación: charcutería, quesería, lechería, panadería, bodega… En gran parte reservada a los peatones, esta calle es ideal para hacer sus compras o pasear ante los coloridos puestos.Autentica institución parisina, el marché biologique des Batignolles (mercado ecológico), en el boulevard des Batignolles, es uno de los más famosos de la capital. Incluso existe un puesto de hierbas aromáticas donde se pueden tomar zumos de hierbas. Otra opción para comprar productos súper frescos, la tienda Au Bout du champ, que le propone todos los días (¡y eso hasta las 22h!) una selección de frutas y verduras recogidas la misma mañana en lo de agricultores de la región parisina.Los aficionados de preciosas pastelerías podrán darse una vuelta en Beauty Cakes, una tienda muy girly totalmente especializada en los cupcakes. Muerda en los cookies de Scoop Me a Cookie.
El noroeste de la capital está en plena revolución culinaria y las buenas mesas ¡no paran de abrir por todas partes! Epicentro del barrio, ¡la popular rue des Dames concentra numerosos deliciosos lugares! Hay para todos los estilos: bar de tapas en Franquette, neo bistrot en Gare au Gorille, familiar y acogedor en Caves populaires o en Tourbillon.Situado a dos pasos del parc Martin-Luther-King, Coretta es un elegante bistrot de moda, que propone creaciones gastronómicas modernas. No muy lejos, el chef Sergio Dias Lino reinventa una cocina tradicional en L’Envie du Jour, que se merece la pena. Otros restaurantes que probar: la brasserie de moda Café Dad, el brunch dominical del Sans Gêne, el steakhouse Le Bœuf Volant, o también el restaurante italiano Viola…
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Para un ambiente vintage, dirección La Légende, una antigua casa de citas, convertida en pequeño b new-ya «New Yorkaise». El Bloc le acoge desde la mañana para tomar un café. También se puede desayunar o cenar, y al atardecer se convierte en bar de cócteles. Nos encanta su decorado post-industrial muy contemporáneo. Mismo programa en L’Endroit: este pequeño y tranquilo bistrot durante el día, donde se viene desde lejos para saborear su delicioso burguer, se convierte, al acabar el día, en bar de noche, ¡ideal para ir de fiesta hasta la madrugada!
Para disfrutar de todo lo que hay que ver y oír, subase atrás de la place de Clichy. En el fondo de un pequeño callejón sin salida, apartado del ajetreo urbano, se esconde Le BAL, un lugar arty dedicado a la imagen documental bajo todas sus aspectos: foto, video, cine… Antiguo cabaret de los Locos Años Veinte, Le BAL acoge diferentes espacios de exposición, una librería y un delicioso café-restaurante ecológico. Guinda del pastel: una terraza muy agradable, ideal para poder descansar un poco. ¡Sin duda uno de los lugares más secretos del barrio!
No se pierda el legendario square des Batignolles. Creado sobre el modelo del jardín a la inglesa, esta plazoleta es una maravilla para los ojos, con su gruta, su rio, su cascada y lago miniatura. A saber: la familia de los espacios verdes del barrio se ha ampliado con la apertura del nuevo parc Martin-Luther-King. Muy contemporáneo, se declina entorno a tres temáticas: las estaciones, el deporte y el agua.
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