Descubrir el 14º distrito de París

Cultura, patrimonio histórico, espacios verdes y tiendas: un aperitivo de lo mejor que ofrece el distrito 14

El distrito 14 destaca por sus barrios-pueblito, que han sabido conservar a lo largo de los años su lado más auténtico. La variedad que presenta su oferta cultural, la riqueza de su patrimonio histórico y sus extensos espacios verdes se cuentan entre los mayores atractivos de este distrito, tan dinámico como familiar.

Un distrito con un rico patrimonio cultural

Una parte de la historia de París se ha escrito en el distrito 14. Los numerosos monumentos que decoran sus calles son el reflejo de un abultado pasado histórico.

Uno de los monumentos que no te puedes perder son las Catacumbas de París, uno de los lugares más insólitos de toda la capital. Este osario tiene una extensión de 11.000 m² y acumula seis millones de esqueletos provenientes de los cementerios parisinos. ¡Un laberinto sin igual de 1,7 kilómetros de largo! No muy lejos, instalado desde 2019 en el pabellón Ledoux de la plaza Denfert-Rochereau, el Museo de la Liberación de París – Museo del General Leclerc – Museo Jean Moulin está dedicado a las dos figuras más emblemáticas en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, Philippe Leclerc de Hauteclocque y Jean Moulin, así como a la Liberación de París.

A solo unos pasos, encontramos el Observatorio de París, consagrado a la astronomía desde su creación en 1667. Es el observatorio en activo más antiguo del mundo. Hoy es un centro de investigación, formación y pedagogía que sirve para transmitir el conocimiento en esta materia al público general.

El cementerio de Montparnasse, con su amplia arboleda, se sitúa en un lugar donde antaño confluían tres granjas y todavía conserva un rastro de su pasado agrícola gracias al Molino de la Charité. Este último es el único testigo que queda de los molinos de harina que se erigían antiguamente en la llanura de Montrouge. El cementerio acoge la sepultura de personalidades tan conocidas como Charles Baudelaire, Guy de Maupassant, Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir e incluso Charles Garnier.

El distrito 14 siempre ha sido uno de los favoritos de artistas y artesanos. Los pintores Pablo Picasso e Yves Klein, la musa y modelo Kiki de Montparnasse, los fotógrafos Man-Ray y Eugène Atget y otros muchos artistas se asentaron en este distrito. Muchos quisieron vivir e instalar sus talleres en la zona, sobre todo en las calles Campagne Première, Delambre y Cassini o en las residencias de artistas de la Villa de Alésia y la Villa Seurat. El dicharachero grupo de artistas pasó horas y horas (tanto de día como de noche) en las famosas tabernas La Coupole y Le Dôme. La allée du Château Ouvrier sigue estando rodeada por muchos talleres de arte. El pintor y escultor Alberto Giacometti estableció su modesto taller en Alésia. Actualmente, como un guiño al artista y en un hermoso palacete a solo unos minutos de allí, el Instituto Giacometti ha recreado su taller y organiza exposiciones temporales relacionadas con su obra.

En el bulevar Raspail, la creación contemporánea se lleva la palma gracias a la Fundación Cartier, situada en un edificio impresionante totalmente transparente y compuesto de una gran cantidad de luces. El edificio está firmado por el arquitecto Jean Nouvel. Además de su colección permanente, compuesta de 2.000 obras, el museo propone exposiciones temporales y ofrece un programa de espectáculos en vivo.

Otro espacio dedicado a la cultura es el elegante ayuntamiento anexo del distrito 14, que destaca por su estilo años 30, por sus bajorrelieves esculpidos y por su vidriera. Esta vidriera es, además, una de las protagonistas durante todo el año y tras ella se esconden exposiciones temporales y salones de arte. El Centro de Prácticas Artísticas Amateur (Maison des pratiques artistiques amateurs), situado en la antigua sala de máquinas del Hospital Broussais convierte el arte en una disciplina accesible para todos. Este espacio de expresión creativa es, al mismo tiempo, un estudio de danza, una sala de teatro, un taller y un espacio de exposiciones abierto a los artistas en formación que se interesan especialmente a las artes gráficas y visuales.

El distrito 14 también realza el valor de los espectáculos en vivo, ofreciendo un extenso programa en sus numerosos teatros y salas de espectáculo situados, en su gran mayoría, en el concurrido barrio de la torre Montparnasse. Solo la rue de la Gaîté puede alardear de acoger el Teatro de la Gaîté Montparnasse, en el que Maurice Chevalier y Juliette Gréco hicieron sus pinitos, el Teatro Rive Gauche, los teatros de Montparnasse y de Petit Montparnasse, la Comédie Italienne y el Teatro Bobino. Un poco más apartado del centro del distrito, el Teatro 14, renovado en 2020, está dirigido por un equipo joven que está dando un soplo de aire fresco al ámbito de la creación teatral.

Un distrito con un toque rural

Los barrios-pueblito del distrito 14, como el «Petit Montrouge» y las zonas de Pernety, Plaisance o Montsouris han conquistado a más de uno gracias a la especial atmósfera que en ellos se respira y a sus tesoros escondidos.

Las callejuelas adoquinadas, rodeadas de casas con encanto con contraventanas de colores, magníficos patios y flores, brillan en todo su esplendor en la impasse du Moulin Vert, la Villa Hallé, la rue des Thermopyles, la Cité Bauer, la Villa Adrienne e incluso en el patio interior escondido del n.º 44 de la rue de l’Ouest... La faceta más campestre del barrio sale a relucir y deja entrever el aire de pueblito que aún define sus calles. La magnífica plaza Flora Tristan, con sus árboles centenarios, es un auténtico espacio de vida familiar en el que se cruzan jóvenes y menos jóvenes durante todo el día. Es un lugar fantástico para disfrutar tomando algo fuera.

El barrio más al sur del distrito, cerca del área de Montparnasse y Plaisance, es la perdición de cualquier sibarita: los productos frescos del mercado biológico Brancusi y los postres de Paradis Gourmand son un regalo para los sentidos. La buena cocina es el plato fuerte del distrito 14. No os podéis perder la cocina innovadora de MoSuke, por Mory Sacko, las especialidades del Restaurante A Mi-Chemin ni los completos menús de las numerosas creperías de la rue d’Odessa, ¡un trocito de la Bretaña francesa en París!

Si lo que queréis es ir de compras, las concurridas calles Daguerre y Raymond Losserand, que surcan el distrito 14, cuentan con diversas tiendas de alimentación, floristerías, restaurantes y terrazas. Los amantes del arte podrán deambular por el mercado «Parisien de la Création (De creación parisina)» que se organiza todos los domingos en el bulevar Edgar Quinet. Pintura, grabado, escultura, fotografía, collage, cerámica, seda pintada... Muchas modalidades artísticas encuentran su lugar en este mercado. Por último, en materia de compras responsables, lo mejor es dirigirse hacia la Porte de Vanves hasta la rue Prevost Paradol, en la que encontraréis varias tiendas ecológicas y solidarias.

Otras muchas sorpresas se esconden entre las calles de estos barrios-pueblito. No te puedes perder la Iglesia Notre-Dame-du-Travail en la rue Vercingétorix y su sorprendente estructura interior de metal; las fachadas de estilo art déco y las famosas ventanas mirador de los edificios de la rue Louis Morard; y la Villa Reille, casa-taller del pintor Amédée Ozenfant, diseñada por el conocido arquitecto Le Corbusier.

El espacio de la Fabrique Bohême, situada en la rue de l’Ouest, propone un espacio de coworking para quienes buscar combinar el trabajo con una apacible atmósfera de estilo campestre.

Un distrito en el que reina la naturaleza

El distrito 14 es perfecto para disfrutar de una escapada a uno de sus muchos espacios verdes sin necesidad de salir de la ciudad.

Al sur del distrito, encontramos el parque Montsouris, que fue construido por Napoleón III en 1869 y cuya extensión de césped y áreas arboladas se eleva a 15 hectáreas. En este, podemos apreciar miles de árboles centenarios. El parque está aderezado con un lago artificial, hogar de cisnes y patos para el disfrute de los paseantes. Además, su teatro de marionetas, parques de juegos y tiovivos son todo un aliciente para los más peques.

Frente al parque, la impresionante Ciudad Universitaria (Cité Universitaire), campus de las universidades parisinas, despliega ante los visitantes sus 35 hectáreas de espacios verdes para agrado del público general. Una gigantesca pincelada de verdor dentro de la que podemos admirar cerca de cuarenta pabellones de diversos estilos e inspirados en la arquitectura de distintas partes del mundo. En especial, se destacan dos edificios diseñados por Le Corbusier: la Casa de Brasil y la Fundación de Suiza. Se organizan habitualmente visitas guiadas. Un espacio atípico en el que dar la vuelta al mundo sin salir de París.

Si queréis visitar un sitio fuera de lo común: ¡no os perdáis la Petite Ceinture! Esta antigua vía de tren ofrece un paseo de lo más silvestre en medio de una extensa vegetación que ha sabido recuperar su territorio natural. El acceso se realiza por el n.º 124 de la avenida Général Leclerc (detrás del restaurante Le Poinçon, ubicado en una de las estaciones que quedaron en desuso) o frente al n.º 96 bis de la rue Didot.