El distrito 16 se caracteriza por ser opulento y elegante y por poseer una extensa lista de lugares de interés y cualidades: una diversa oferta cultural, gracias a sus muchos museos; grandes zonas verdes en las que respirar aire fresco y hacer deporte; y un patrimonio arquitectónico significativo y variado.
© Paris Musées GM pour Palais Galliera
El distrito 16 cuenta con una importante concentración de museos y espacios culturales que ponen a disposición de los asistentes una programación completa y mixta durante todo el año.
Al norte del distrito, la reciente Fundación Louis Vuitton ilumina con su arquitectura acristalada, firmada por Franck Gehry, el bosque de Boulogne. Está consagrada a la creación y permite descubrir, a partir de sus exposiciones, los movimientos artísticos de los siglos XX y XXI.
Al noreste, situado entre la avenue de Iéna y la avenue du Président Wilson, encontramos el Palacio Galliera, transformado desde 1977 en el Museo de la Moda y del Traje de la Ciudad de París (musée de la Mode et du Costume de la ville de Paris). Con sus 200.000 prendas, accesorios, fotografías, diseños, ilustraciones y estampas, este acoge una de las mayores colecciones de moda del mundo. Sus exclusivas piezas pueden ser admiradas durante las exposiciones temporales que organiza el museo. Muy cerca, el Museo Yves Saint-Laurent propone a todos los fashionistas descubrir la casa de costura y la abundante obra de uno de los mayores creadores de la moda francesa. A solo unos pasos del museo, también encontramos el Museo Guimet, que rinde homenaje a cerca de 5 milenios de arte asiático.
Al pie de la colina de Chaillot, el imponente edificio del Palacio de Tokio enmarca entre sus muros la creación contemporánea en todas sus formas. El Museo de Arte Moderno de la Ciudad de París (musée d’Art Moderne de la ville de Paris) ocupa el ala este, mientras que el ala oeste está reservada al Palacio de Tokio, espacio de creación contemporánea. El monumental Palacio de Chaillot, con su estilo años 30, domina la colina de Chaillot y reúne, en una misma estructura, cuatro instituciones de renombre: la Ciudad de la Arquitectura y el Patrimonio (Cité de l’architecture et du patrimoine), consagrada, tal y como su nombre indica, a la arquitectura y al urbanismo; el Museo Nacional de la Marina, actualmente cerrado por obras de renovación y que está dedicado a la historia marítima de Francia; el Museo del Hombre, que se centra en la evolución humana y de la sociedad y, por último, Chaillot - Teatro Nacional de Danza, un espacio dedicado a la danza moderna.
El Museo Marmottan-Monet, antiguo pabellón de caza de Jules Marmottan, merece una visita. Acoge la mayor colección del mundo de obras de Claude Monet. Además del centenar de obras del creador de «Nenúfares», también podemos admirar obras de Gauguin, Renoir, Sisley e incluso de Berthe Morisot.
Es preciso atravesar el Jardín de Ranelagh, dirigiéndonos hacia el río Sena, para poder visitar el famoso Teatro Ranelagh. Su sala, con 300 plazas; su decoración, adornada con elementos de roble esculpido; y su techo, decorado con casetones pintados, han sido declarados monumentos históricos.
La atípica rue des Eaux, o calle de las aguas, lleva tal nombre debido al agua mineral ferruginosa de Passy, descubierta en el siglo XVIII no muy lejos de allí. Esta calle ha sido escenario de muchísimas grabaciones de cine. Lleva hasta la rue Raynouard, en la que se sitúa la casa de Balzac, actualmente transformada en museo. El escritor se instaló en esta casa en 1840 para escapar de sus acreedores. ¡La segunda entrada a la casa, que se encuentra en la pintoresca rue Berton, le permitía salir sin ser visto!
El distrito también es una fuente inagotable de direcciones históricas y secretas de lo más sorprendentes: el laboratorio aerodinámico de Gustave Eiffel, que sigue estando operativo, se encuentra en el n.º 67 de la rue Boileau y, sin ir más lejos, el taller del escultor bretón René Quillivic tiene como dirección el n.º 73 del bulevar Montmorency.
© OTCP Stephanie Rivoal
El distrito 16 cuenta con extensas zonas verdes para poder salir en familia, divertirse, relajarse o hacer deporte.
Entre las visitas indispensables dentro del distrito están los majestuosos Jardines del Trocadero, creados en los años 30, y su inmejorable vista de la torre Eiffel que domina la capital. La famosa Fuente de Varsovia ocupa el centro de los jardines. Está provista de 20 chorros de agua y es escenario de un mágico espectáculo acuático durante las noches de verano.
El bosque de Boulogne, pulmón verde del oeste de la capital gala, ¡es una explosión de verdor de 846 hectáreas! Antiguamente, estaba reservado a la explotación forestal y a la caza real. Napoleón III decidió donarlo a la ciudad de París en 1852 para convertirlo en lugar público de disfrute... ¡Y los parisinos llevan cumpliendo su deseo desde hace más de 150 años! Nota especial para los amantes de los paseos en bici: el bosque cuenta con 15 kilómetros de itinerarios ciclo-turísticos. En la linde norte del bosque encontramos el Jardín de Aclimatación. Creado durante el Segundo Imperio francés, este espacio verde de más de 18 hectáreas es el parque de ocio más antiguo de la capital. Se trata de un lugar para el descanso y el ocio que ha sabido conservar su arquitectura napoleónica, proponiendo al mismo tiempo atracciones de época y carruseles más modernos. En él, también podemos visitar el encantador Parque de Bagatelle, con su magnífica rosaleda y sus festivales de música, así como el Jardín Pré Catelan, en el que se asienta el impresionante Jardín Shakespeare, convertido cada primavera en uno de los teatros al aire libre más hermosos.
En otra de las lindes del bosque, se erige un auténtico remanso de paz: el Jardín de Ranelagh. María Antonieta solía venir a bailar con sus amigos de la corte, pero la imagen actual y su remodelación son obra del Barón Haussman, quien decretó la apertura del jardín al público en 1860. Además del teatro de marionetas y del tiovivo con sus caballos de madera (el más antiguo de París), el jardín dispone de una amplia colección de esculturas.
Al sur del distrito 16, a solo dos pasos de la estación de metro Porte d’Auteuil, se sitúa el Jardín des Serres d’Auteuil, creado en 1761 bajo el reinado de Luis XV y con una extensión de 7 hectáreas. Está organizado en torno a un parterre francés con cinco invernaderos que garantizan un cambio total de ambiente a cualquier visitante que se pasee entre sus plantas y exclusivos árboles, su palmeral y su fantástico aviario.
© OTCP Amelie Dupont
El distrito 16 es también hogar de un significativo patrimonio arquitectónico. Calles adoquinadas de estilo campestre, suntuosos edificios al estilo del siglo XVIII o construcciones art nouveau... Todo aquel que se aventure entre sus calles se llevará más de una agradable sorpresa.
Es imprescindible visitar el precioso barrio de Auteuil, tranquilo y floreado, conocido por sus zonas verdes, villas privadas, tiendas y mercados. La entrada al barrio se hace por la Porte de Saint-Cloud, donde se erigen dos fuentes Landowski de 10 metros de altura, estilo art deco y decoradas con bajorrelieves. Estas dos fuentes fueron las primeras fuentes luminosas de la capital y son obra del escultor Paul Landowski.
En la rue Nungesser-et-Coli podemos observar la fachada de cristal del edificio Molitor, diseñado por Le Corbusier y por su primo y socio, Pierre Jeanneret, en los años 30. ¡Se trata de la primera fachada de cristal en la historia de la arquitectura! El piso-taller de Le Corbusier, situado en las plantas 7ª y 8ª, se puede visitar. Es justamente en este dúplex donde vivió y trabajó el arquitecto durante muchos años, hoy restaurado y amueblado tal y como lo estaba originalmente en 1965.
Cerca del metro Jasmin, alojada al fondo del square du Docteur Blanche, se sitúa la casa La Roche, hermanada con la casa Jeanneret. Estas dos casas, construidas entre 1923 y 1925 por el arquitecto Le Corbusier y por Pierre Jeanneret, forman parte del ciclo de villas de estilo purista: líneas geométricas, uso del hormigón armado, pilotes, cubierta-jardín y grandes aperturas. Las dos casas son también la sede de la Fundación Le Corbusier.
El distrito 16 concentra, además, un importante número de edificios y hoteles particulares de estilo art nouveau en París. El Hotel Guimard, en el n.º 122 de la avenida Mozart, sorprende por la distribución de sus ventanas y balcones y es toda una muestra de este particular estilo. En el barrio de Chaillot, el Hotel Pauilhac (n.º 59 de la avenida Raymond Poincaré) también constituye un buen ejemplo de la arquitectura art nouveau de inspiración gótica.
Con un estilo muy diferente, el Hotel de Polignac es, sin duda, una de las más residencias clásicas más hermosas construidas en París durante la Belle Epoque. Desde 1945, acoge la sede de la Fundación Singer-Polignac, que centra sus actividades en el mecenazgo de arte, letras y ciencias. El Castillo de la Muette acoge actualmente la sede de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y fue construido en los años 20. Este edificio es, por su parte, una muestra del estilo del siglo XVIII.
El barrio de Passy también es digno de una merecida visita. Esta antigua aldea, con sus callejuelas adoquinadas, hoteles particulares de hermosa estética, zonas verdes y tiendas locales se extiende desde la rue de l’Annonciation a la rue de Passy y el conjunto da como resultado exquisito ambiente de estilo rústico. En el n.º 16 de la prestigiosa avenida Victor Hugo, el restaurante «Chez Prunier», templo parisino del caviar desde el año 1925 decorado al estilo art nouveau, nos deslumbra gracias a su fachada turquesa de mosaicos, catalogada como monumento histórico desde 1992.
Por último, indispensable y solemne, la Explanada de Trocadero (también llamada Explanada de los Derechos Humanos) está enmarcada por las dos torres principales del Palacio de Chaillot. Esta explanada reina sobre los Jardines de Trocadero y sus estanques y proporciona un punto de vista increíble de la Dama de Hierro de París.