Cuando es pleno verano, es difícil resistir el impulso de darse un baño. Un placer tan refrescante como relajante que a disfrutar en medio de la capital, gracias a piscinas, bases náuticas, y Paris Plages...
El sol brilla, sale temprano y se pone tarde, las temperaturas suben, una luz rosada tinta los monumentos al atardecer como en ninguna otra época del año… Todos los veranos, París ofrece un espectáculo natural del que nadie se cansa. Para disfrutarlo mejor, la ciudad se pone al tono del verano, multiplicando los lugares donde es agradable nadar, con amigos o en familia. En sus marcas, listos, ¡tírense al agua!
Desde hace más de 15 años es el lugar de encuentro de los "playeros" de la capital. Sombrillas, tumbonas, palmeras: del 6 de julio al 6 de septiembre, Paris Plages le ha dado al Parc des Rives de Seine y al Bassin de la Villette un aire costero ideal para relajarse y, por supuesto, darse un baño. Para un chapuzón tranquilo, diríjase a una de las tres piscinas que componen la gigantesca zona de baño de Paris Plages, al lado del canal de Ourcq (quai de la Loire, distrito 19). Niños acompañados, personas con movilidad reducida y nadadores experimentados encuentran allí, todos los días de las 11h hasta las 21h, la profundidad adecuada y mucha felicidad. Igualmente, seguras y gratuitas, otras tres piscinas efímeras ofrecen a los parisinos y a los visitantes la oportunidad de darse un chapuzón en verano. Uno de ellos se encuentra en la ribera izquierda: el polideportivo Elisabeth, en el distrito 14. Los otros dos se encuentran al norte del Sena, en los centros deportivos Louis Lumière (distrito 20) y Léo Lagrange (distrito 12).
El verano también es una oportunidad para algunas piscinas parisinas de abrirse al aire libre. Gracias a sus techos retráctiles, algunos de ellos se pueden utilizar para aumentar las zonas para tomar el sol. Los aficionados de brazas y de historia podrán ir a la piscina más antigua de París (1924), situada en La Buttes aux Cailles (distrito 13), cuyas líneas Art Deco le permitieron ser catalogado como monumento histórico. La piscina Georges Vallerey (distrito 20) es la oportunidad de bañarse en un agua legendaria, ya que es allí donde el estadounidense Johnny Weissmuler ganó sus primeros títulos olímpicos en 1924... unos años antes de ponerse el traje de actor para interpretar a Tarzán en doce películas. Otros clásicos: el Aquaboulevard de París y la piscina Josephine Baker con su piscina flotante, instalada en una péniche con vistas a las orillas del Sena (distrito 13). ¿Y en otros lugares? Desde las bucólicas piscinas de Auteuil - en medio del Bois de Boulogne - hasta las piscinas del distrito 19 (Hébert y Georges Hermant), pasando por las piscinas Keller (distrito 15) y Roger Le Gall (distrito 12), es fácil encontrar un rincón (¡o una tumbona!) donde poner su toalla al sol. En cuanto a los nadadores que prefieren la frescura y espacios cubiertos podrán ir a la zona deportiva de Pailleron (distrito 19) y a la piscina de Hébert (distrito 18).
Algunos centros de ocio y/o bases náuticas son argumentos para descubrir lugares en medio de la naturaleza, a las puertas de París. Ventajas: un cambio total de ambiente y una amplia gama de actividades para descubrir entre dos chapuzones. A unos diez kilómetros de la capital y accesible en metro, l’île de loisirs de Créteil (departamento 94) tiene una superficie de 1300 m2, con piscina de olas, tobogán y otras instalaciones acuáticas. También es la sede de una escuela de vela donde se pueden probar diferentes actividades náuticas (catamaranes, lanchas, optimistas, windsurfing). En Jabelines y Vaires-Torcy (ambas situadas a 5 km de Disneyland Paris), también se propone natación al aire libre, así como montar a caballo, hacer golf, etc. Para terminar este original paseo verde (y acuático), algunos no dudan en instalarse para pasar el verano en Bois-le-Roi (en medio del bosque de Fontainebleau), St-Quentin-en-Yvelines o Étampes. Una vez más, nadadores experimentados codearan a niños equipados con flotadores y familias disfrutando de un picnic en un ambiente playero. Solo faltaría que el agua fuera salada...