En 4,5km, 2 de ellos subterráneos, enlaza desde 1825 el estanque del Arsenal al de la Villette. La travesía de los suburbios populares, salpicada de esclusas, puentes móviles, y pasarelas a la veneciana, bordeada de castaños y parques, ha inspirado a Georges Simenon, Léo Malet, Marcel Carné en el Hôtel du Nord. Por ello, no sorprende que serenatas a ras del agua y comiditas a la luz de las estrellas se hayan convertido en auténticas instituciones, al igual que, en las dos riberas, los brunchs (desayunos tardíos que sustituyen al almuerzo) y los licores en los restaurantes retros y los comedores coloridos.