Cuando llega el buen tiempo, las piscinas parisinas abren su techo para que los nadadores puedan disfrutar del aire libre. Queda a elegir la mejor corresponde a sus gustos, a su estilo: bucólico, olímpico, deportivo o Art deco…
Plaza de honor para los mayores con la piscine de la Butte-aux-Cailles, la decana de los establecimientos parisinos. Construida en 1924, está catalogada como monumento histórico con su preciosa decoración Art nouveau. En cuanto a los equipamientos, encontrará tres piscinas a su disposición, entre las cuales dos al aire libre.
Siagmos nuestra inmersión en el pasado con la piscine Pailleron, inaugurada en 1933 y joya del Art déco. También está catalogada como monumento histórico. Es importante destacar que el agua esta tratada con ozono, con menos polución y menos agresividad para el cabello. Aquí no hay piscina al aire libre, en cambio existe un solárium para secarse al sol después del remojón.
© OTCP Marc Bertrand
Para nadar en el mismo lugar que los campeones, venga a la piscine Georges-Vallerey, inaugurada para los juegos Olímpicos de 1924. Allí fue donde el americano Johnny Weissmuller (Tarzán inolvidable en el cine) obtuvo la medalla de oro de los 400 metros en nado libre. Esta piscina tiene 50 m de largo y el techo es replegable. Haga una pausa bucólica en la piscine d'Auteuil, en el bois de Boulogne. Esta instalación dispone de dos piscinas, una de ellas equipada con un techo parcialmente replegable. También cuenta con un solárium en plena naturaleza, en medio de los árboles.
Ubicada en medio de una plazoleta arbolada, en el norte de París, la piscine Hébert posee un techo que se abre en verano. A dos pasos de las Buttes-Chaumont, la piscine Georges Hermant propone una piscina al aire libre, un solárium y gradas al sol. Construida en los años 70, en pleno barrio de Beaugrenelle, la piscine Keller cuenta con dos piscinas con techos móviles. A los buenos nadadores les gusta ir a la piscine Roger-Le-Gall, detrás de la place de la Nation. Tiene 50 m de largo y en verano esta al aire libre.
Completamente atípica, la piscine Joséphine-Baker es una piscina flotante instalada sobre una gabarra amarrada al muelle François-Mauriac, en el distrito XIII. Muy moderna, dispone de una piscina de 25 m tratada con ozono. Cuando hace buen tiempo, su techo móvil abre, de modo que se puede nadar al aire libre, con una vista increíble sobre el Sena. Después del baño, vaya al solárium instalado sobre el techo, en el cual podrá disfrutar de una tumbona. Se requieren reservaciones para acceder a la piscina Joséphine Baker.
¿Le apetece algo distinto? Venga al Aquaboulevard de Paris, con sus palmeras, sus playas artificiales, su agua color turquesa a 29 °C, y sus grandes piscinas exteriores… No, no está soñando, ¡está realmente en París! Se recomienda encarecidamente reservar en línea para acceder al Aquaboulevard de Paris.