Esta coctelería que se encuentra a dos pasos del Palais Garnier, es una institución en el barrio de la Ópera. Creada en 1911 por un estadounidense que huía de la Ley Seca, es la coctelería más antigua de Europa. Tiene un ambiente típicamente neoyorquino, con un mostrador y carpintería de caoba de época importados de Manhattan. En la carta: numerosos cócteles (el Bloody Mary se inventó aquí en 1921), cervezas, whiskies... servidos por camareros con chaqueta blanca. Por la noche, ambiente de piano-bar en el sótano.