Abierto en 1908, le Chardenoux es uno de los últimos auténticos bistrots parisinos catalogados como Monumento Histórico. Fue abierto por la familia del mismo nombre, proveniente de la región de Lozère, que lo compró a principios del siglo XX, cuando se hizo la calle Jules Valles en París. Comprado en el 2009 por el mediático chef Cyril Lignac, ofrece un precioso panorama "arts déco" con paredes cubiertas por espejos y un bar en marquetería de mármoles (nada menos que 14 diferentes) con paneles contorneados y en relieve. El estaño de la barra es de después de la guerra, ya que el original fue requisicionado por los alemanes para hacer municiones. Aquí, Cyril Lignac realza las especialidades de la cocina francesa, añadiéndoles un toque moderno. La palabra clave: respetar la tradición y los productos regionales.