Francia es uno de los principales productores de quesos del mundo. En el hexágono, se dice ¡que hay un queso para cada día del año!
La variedad de quesos es tal que todos encuentran el que se acomoda a su gusto: camembert, coulommiers, munster, emmental, comté, quesos de cabra... París es la vitrina de esta tradición quesera, gracias a sus múltiples casas especializadas. Los platos de degustación, a menudo acompañados por pan y vino, proponen descubrir varios quesos con sabores eclécticos. En cuanto a las raclettes y otras fondues savoyardes, calientan el ambiente de las veladas de invierno. ¡Compartir y disfrutar es lo importante!