Como en una película en blanco y negro… Una visita al barbero, es un momento de encuentro con algunos gestos y objetos míticos: sillón de los años 50, brocha, jabón y cremas para afeitar, , cuchillas, navajas, toalla caliente, etc. Gracias a la combinación de un saber hacer antiguo y una generación de productos de cuidado muy eficaces, los barberos parisinos proponen a los caballeros que decidan sentarse en sus sillones un momento de placer sin igual. Además del corte y el afeitado, estos profesionales dan forma a bigotes, cortan barbas y cuidan de estas últimas en todas sus formas: perilla, barba de chivo e incluso barba Balbo, esa pequeña barba afeitada que incluye perilla y bigote, popularizada por los raperos americanos.
Entre grandes salones y barberías de barrio, no te faltarán opciones para decidirte y dejarte mimar.
La barbière de Paris es uno de los templos de la belleza masculina. En sus cuatro locales, Sarah Hamizi, barbera desde el año 2000, propone una amplia gama de servicios: corte y tinte para barba y cabello, tratamientos faciales, manicura, pedicura...
Perdido entre un tiempo pasado y presente, el salon Belom se lleva la palma. Este salón reina desde las alturas del barrio de Montmartre, en un acogedor ambiente de estilo retro con cómodos sillones XXL de piel. Aquí todo está pensando para las necesidades masculinas: desde el corte de barba y cabello, pasando por tratamientos faciales y corporales, hasta la depilación. ¿La guinda del pastel? El salón se compromete a diario con la protección del medioambiente mediante el uso de productos ecológicos o naturales, limitando la generación de residuos y el uso de envases de plástico, entre otros...
Para dar un buen salto al pasado, no puedes dejar de visitar el salón-museo Alain Maître Barbier Coiffeur, en el distrito 3. En un entorno con una decoración de otro tiempo, el maestro barbero afeita y peina al estilo tradicional y con material auténtico de época. Apasionado por la barbería, ha escrito un libro al respecto y también vende en el salón algunos de sus artículos predilectos.
Las barberías de barrio florecen en cada esquina de la capital para dar vida a una costumbre propia del género masculino. Gracias a su fórmula milagrosa, a su corte perfecto y a su destreza, algunos salones han podido expandirse y abrir nuevos espacios en distintas zonas. Es, especialmente, el caso de las barberías Grizzly Barber shops, Maîtres Barbiers Perruquiers, Garçons Barbiers, Big Moustache e incluso del salón Gentlemen 1919, que destaca por contar con un bar de cócteles con aires de garito clandestino.