En pleno centro de París, dos islas se reparten el favor de los turistas: l’Île Saint-Louis y l’Île de la Cité albergan algunos de los más bellos monumentos y mansiones privadas de París, y sus muelles son lugares incomparables para pasear y hacer picnic.
Mientras se construyeron palacios y una catedral en l’Île de la Cité, la discreta Île Saint-Louis logró conservar su tranquilidad y elegancia. Hoy en dia todavía, los visitantes acuden en masa a ver los ineludibles monumentos, como la catedral Notre-Dame de París o la Sainte-Chapelle, y se sorprenden al descubrir la elegancia y el chic de las mansiones privadas de la pequeña Île Saint-Louis, situada justo detrás. De puente a puente, a lo largo del Sena, las dos islas son inseparables. El paseo comienza en la estación de metro Sully-Morland de la línea 7.
Desde Sully-Morland, y antes de cruzar el Sena, el caminante puede visitar libremente el Pavillon de l'Arsenal (Pabellón de l’Arsenal). Este centro cultural, de información y documentación, dedica sus espacios a la arquitectura y al urbanismo de París. Aquí podrás descubrir la evolución de la capital y de futuros grandes proyectos a través de hermosas exposiciones gratuitas.
Pavillon de l’Arsenal - 21 boulevard Morland, Paris 4e
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Aquí comienza l’île Saint-Louis: con una pequeña plaza ajardinada triangular. El monumento que recibe a los visitantes al nivel de la calle es un homenaje al artista Antoine-Louis Barye, cuyas esculturas se conservan en el Louvre y en muchos museos del mundo. Desde este square (plaza ajardinana), una escalinata baja hasta el Sena, único acceso discreto al río, que se divide aquí en dos brazos que rodean las islas.
Square Barye - 2 boulevard Henri-IV, Paris 4e
La primera mansión privada a lo largo del Sena en la isla es el Hôtel Lambert, reconocible por su elegante rotonda; su jardín puede verse detrás de altos muros. Construida en 1642, no se puede visitar, pero su fachada deja imaginar la famosa Galería de Hércules, obra de Charles Le Brun, y los numerosos paneles pintados que la decoran. El hotel fue frecuentado por las más grandes personalidades de los siglos XVIII y XIX: Rousseau, Voltaire, luego Chopin, Delacroix, Balzac, Liszt, Berlioz, ...
Hôtel Lambert - 2 rue Saint-Louis en l’Île, Paris 4e
Construido en 1658, el Hôtel de Lauzun es famoso por haber sido habitado en el siglo XIX por Charles Baudelaire y Théophile Gautier. El Hôtel de Lauzun fue también el lugar de encuentro del famoso club Haschischins, frecuentado por científicos y escritores que acudían a probar diversas drogas en el siglo XIX. Entre los más famosos: Charles Baudelaire, Théophile Gautier, Eugène Delacroix, Alexandre Dumas, Gustave Flaubert y Honoré de Balzac. El Hôtel de Lauzun está abierto a los visitantes con reservación previa, lo que permite admirar su arquitectura del siglo XVII perfectamente conservada, así como su suntuoso salón. La fachada sobre el Sena está adornada con un magnífico balcón y canalones ricamente decorados.
Hôtel de Lauzun - 17 quai d’Anjou, Paris 4e
La rue Saint-Louis en l'Île atraviesa la isla y está bordeada por numerosos hoteles, restaurantes y tiendas. Esta calle principal es el corazón de la isla y es especialmente popular entre los aficionados de helados, que acuden a la heladería Berthillon, de renombre mundial. Visible desde ambos extremos de la calle, el campanario calado de la iglesia Saint-Louis en l'Île le da un estilo campestre. Como si fuera un cartel, su reloj está curiosamente instalado perpendicularmente a la fachada. La iglesia, construida entre 1664 y 1726, tiene una decoración sobria. Su característica más destacada es un órgano contemporáneo de inspiración barroca que se utiliza con frecuencia en conciertos.
Église Saint-Louis-en-l'Île - 19 rue Saint-Louis-en-l'Île, Paris 4e
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El único puente que une las dos islas, el Pont Saint-Louis, está reservado a los peatones y a las bicicletas. Cruzarlo ofrece una impresionante vista de la cabecera de Notre-Dame de París y del Hôtel de Ville, al otro lado del Sena. Es habitual verlo ocupado por artistas que actúan allí, para deleite de los paseantes.
Pont Saint Louis - Quai d’Orléans - Quai aux Fleurs, Paris 4e
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Al final de l’île de la Cité, bajo una plaza ajardinada con rosales, se encuentra el Mémorial des Martyrs de la Déportation (Monumento a los Mártires de la Deportación), construido en 1962 por el arquitecto Georges-Henri Pingusson. Diseñó este monumento completamente enterrado, atreviéndose con este gesto arquitectónico poderoso y conmovedor. El recorrido del visitante es voluntariamente solitario, para que pueda dejarse invadir por el simbolismo del monumento y del recuerdo de los miles de deportados de Francia entre 1941 y 1944. Una cripta alberga la tumba del deportado desconocido, y las urnas contienen tierra y cenizas de los campos nazis.
Mémorial des Martyrs de la Déportation - Square de l'Île de France - 7 quai de l'Archevêché, Paris 4e
Obra maestra del gótico de más de 850 años, Notre-Dame de París vigila la capital: sus torres de 69 metros de alto dominan l’île de la Cité, y desde su explanada pueden verse quimeras y gárgolas que destacan formando un extraordinario bestiario. Desde el trágico incendio de abril del 2019, la catedral Notre-Dame de París está en obras y ya no está abierta al público. Sin embargo, sigue siendo un punto de referencia esencial para los parisinos y los turistas del mundo entero.
Cathédrale Notre-Dame de Paris et son trésor - 6 parvis Notre-Dame - Place Jean-Paul II, Paris 4e
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Bajo la explanada, la Crypte archéologique de l'Île de la Cité (Cripta Arqueológica) presenta una visión única de la evolución urbana y arquitectónica de la isla. Desde la Antigüedad hasta el siglo XX, el pasado cobra vida gracias a los restos (descubiertos en las excavaciones), maquetas, un dispositivo multimedia y reconstrucciones en 3D.
Crypte archéologique de l'Île de la Cité - 7 parvis de Notre-Dame - Place Jean-Paul II, Paris 4e
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Bajo unos preciosos pabellones en hierro fundido, el Marché des fleurs Reine Elizabeth II (mercado de las flores) de l’île de la Cité se extiende a orillas del Sena desde 1808: el paseo entre los puestos es bucólico, perfumado por flores de temporada, orquídeas, plantas y otra vegetación exótica.
Marché aux fleurs - Place Louis Lépine - Quai de la Corse, Paris 4e
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La Torre de l’Horloge (del Reloj) domina el Sena desde el siglo XIV: fue el primer reloj público de París. Todavía da la hora y es admirada por su rica decoración. La Conciergerie, de la que forma parte la torre, es el antiguo palacio real medieval, sede de los soberanos franceses del siglo X al siglo XIV. A partir de la década de 1360, cuando los reyes de Francia se trasladaron al Palacio del Louvre, la Conciergerie se convirtió en la sede del tribunal de justicia y sirvió de prisión hasta 1934. La prisionera más famosa, la reina Marie-Antoinette, fue juzgada y condenada a muerte allí durante la Revolución, antes de ser llevada a la guillotina. La arquitectura medieval de la Conciergerie puede verse en la enorme y bellamente conservada Sala des Gens d'armes (Gente de armas).
Conciergerie - 2 boulevard du Palais, Paris 1er
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Casi invisible tras los altos muros del Palacio de la Cité, la Sainte-Chapelle fue construida para albergar las reliquias que el rey Saint Louis (San Luis) había adquirido en la década de 1240. Terminada en 1248, recibió la Santa Corona de Espinas, un trozo de la Vera Cruz y otras preciosas reliquias. En puro estilo gótico radiante, se superponen dos capillas: la capilla inferior, decorada en azul, rojo y oro y sostenida por finos y delicados pilares, y la capilla superior, verdadera proeza de arte y arquitectura, que los visitantes de todo el mundo vienen a admirar. Dos veces más alta que ancha, es deslumbrante por sus colores y luz, gracias a las quince ventanas de cristal y los 1.113 vitrales que componen su decoración. Los conciertos de música clásica que se celebran regularmente aquí, ofrecen una experiencia única en un marco extraordinario.
Sainte-Chapelle - 8 boulevard du Palais, Paris 1er
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Es una de las plazas más encantadoras de París. Escondida tras los edificios de la punta de la isla, la place Dauphine sigue tranquila a pesar de estar en el centro de la ciudad. Ha sido remodelada con frecuencia, pero aún conserva su arquitectura típica de 1600**: tiendas porticadas en la planta baja y fachadas de piedra y ladrillo. Aparece con frecuencia en las películas, ya que su encanto seduce a directores de todo el mundo. Está llena de tiendas y restaurantes, y es popular entre los jugadores de petanca, muchos de los cuales juegan a la sombra de sus árboles.
Place Dauphine, Paris 1er
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A diferencia de su nombre, el Pont Neuf (Puente Nuevo) es el puente más antiguo de París. Su primera piedra se colocó en 1578, en presencia de Catalina de Médicis. Por primera vez, París se dotaba de un puente sin tiendas ni casas, ¡y con aceras! También estaba equipado con una bomba, la Samaritaine, que abastecía de agua el Louvre y a las Tuileries. Aunque la bomba desapareciera en el siglo XIX, su nombre es ahora el de los grandes almacenes la Samaritaine, situados a la entrada del puente, en la Ribera derecha. En el centro del Pont Neuf se encuentra la estatua ecuestre del rey Henri IV, mirando hacia la place Dauphine, que él mismo encargó.
Pont Neuf - Quai de la Mégisserie - Quai des Grands Augustins, Paris 1er
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Samaritaine Paris Pont-Neuf - 9 rue de la Monnaie, Paris 1er
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Bajo el Pont Neuf, al final de l’île de la Cité, este pequeño square (plaza ajardinada) ofrece una vista panorámica de las dos orillas del Sena, con la Passerelle des Arts que lo atraviesa, uniendo el Museo del Louvre de un lado, con la cúpula del Institut de France del otro lado. También es desde aquí donde se pueden admirar los famosos mascarones que adornan el Pont Neuf: más de 380 figuras haciendo muecas esculpidas en piedra. El muelle que bordea la plaza es ideal para hacer un picnic junto al agua. En el momento de la puesta de sol, las fotos son especialmente románticas.
Square du Vert-Galant - Place du Pont Neuf, Paris 1er
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