Combinar paseos, deliciosas mesas y visitas culturales es una bonita manera de acabar su estancia.
Descubrir los museos Rodin y de Orsay puede combinarse con un almuerzo en una típica brasserie parisina: le Bouillon Racine, con un paseo a través de la calles del barrio de Saint-Germain des Prés. La visita, a elegir, de los museos de l’Art et d’Histoire du Judaïsme, Picasso, Carnavalet... puede asociarse con una parada para un paseo por el centro del barrio del Marais… Al menos que prefiera pasar una deliciosa jornada en el parque del Château de Versailles o en el Bois de Boulogne…
Unidas por el puente Saint-Louis, la isla de la Cité y la isla Saint-Louis forman el corazón histórico – y definitivamente encantador y mágico - de París.
En la isla de la Cité, además de la catedral Notre-Dame, cuyas torres pueden visitarse, se encuentran también la Conciergerie, antigua prisión donde estuvo detenida Marie-Antoinette, y la Sainte-Chapelle con sus sublimes vitrales.
Tomados de la mano, se puede pasear con delicia por el marché aux Fleurs y aux Oiseaux (mercados de las Flores y de la Pájaros), y la place Dauphine. También se puede parar un momento en la diminuta plazoleta del Vert-Galant (nombre del rey Henri IV), y después, pasear por las riberas hasta la isla Saint-Louis, donde se pueden admiran los numerosos hôtels particuliers (palacetes urbanos).
¡Y todo esto se disfruta todavía más saboreando un helado, especialidad del lugar!
> Más info
Construida en 1900, la estación fue convertida en museo en los años 80, y totalmente renovada a finales del 2011. Orsay ofrece un excepcional marco a obras tan famosas como: "el Déjeuner sur l’herbe" (Almuerzo sobre la hierba) de Manet, au "Moulin de la galette" (Baile en el Moulin de la Galette) de Renoir, a la escultura la "Grande danseuse habillée" (Gran bailarina vestida) de Degas...
¡Todas estas obras de arte se encuentran aquí! Y muchas más también, ya que el museo, famoso por su colección de arte impresionista, se interesa a todas las creaciones artísticas occidentales (pintura, escultura, artes decorativas, fotografía…) de 1848 hasta 1914.
En el interior, no se pierda el Café Campana: su onírico decorado ha sido diseñado para sublimar el Gran Reloj del museo.
El Marais está lleno de hôtels particuliers (palacetes urbanos) convertidos en magníficos museos. El 2014 estará marcado por la reapertura del musée Picasso, instalado en el hôtel Salé (siglo XVII). Gracias a la metamorfosis realizada, el público podrá disfrutar de una mayor superficie y de salas de exposición más grandes.
Una ocasión ideal para (re)descubrir la mayor colección de obras del mundo del artista: pinturas, esculturas, dibujos… Las mujeres que marcaron su vida tuvieron una influencia mayor en el trabajo de Picasso. Tomó como modelos a Fernande Olivier, Olga Khokhlova o también a Dora Maar… un eco romántico para todas las parejas que visitan el lugar. ¡No se lo pierda bajo ningún motivo!
Residencia oficial de los reyes de Francia entre 1682 y 1789, el Château de Versailles fue el teatro de la vida íntima y de los amores de los personajes que han marcado su historia. Louis XIV - "el Rey Sol" se enamoró apasionadamente de la marquesa de Montespan. Louis XV - «el bien amado» - alojó aquí a su favorita, madame de Pompadour.
Los más románticos se aventurarán por el dominio de Marie-Antoinette, refugio de la última soberana de Francia, para descubrir el Pequeño Trianon y la Aldea de la Reina, antes de darse un beso en el Templo del Amor. Después, el paseo seguirá por el parque y sus jardines a la francesa, realizados por André Le Nôtre.
Los estanques y bosquecillos se animan entre abril y octubre durante las Grandes Aguas Musicales, al ritmo de música barroca de Lully y de Rameau. Este espectáculo nocturno que termina con un castillo de fuegos artificiales es uno de los momentos más impresionantes y más románticos de la temporada estival en la región parisina.
Reorganizado en el siglo XIX, el bois de Boulogne se extiende sobre 846 hectáreas. Se puede pasear a pie, a caballo, en bici, navegar en el Lac inférieur y descansar en el borde del agua, en la terraza del Chalet des Îles, un auténtico chalet suizo del siglo XIX.
Después de pasar por la carreras de los hipódromos de Longchamp o de Auteuil, podréis explorar el parque de Bagatelle: pequeños puentes, rocas, grutas, espejos de agua, pagoda china, pavos reales, jardines de flores… Después, descubriréis el jardín del Pré Catelan y su restaurante, con cocina alta gama en el pabellón Napoléon III.
Con sus 2 parques y sus múltiples atracciones, restaurantes y animaciones, Disneyland® Paris es un lugar original para pasar el día con su pareja. Las parejas deseosas de sensaciones fuertes se sentarán lado a lado en "Space Mountain®: Mission 2" para disfrutar de 2 minutos 30 de escalofríos garantizados. Para pasar un momento mágico y romántico, los nostálgicos niños grandes, embarcarán para dar una vuelta por el mundo musical, animado por muñecos que bailan y cantan al son de "it’s a small world".
Al final del día, dese cita en el Blue Lagoon para saborear mariscos y cocina criolla en pareja (¡a la luz de las velas!) al borde de una laguna. Punto culminante de esta mágica escapada: el espectáculo nocturno Disney Dreams® (láseres, juegos de agua, efectos pirotécnicos…) sobre la fachada del castillo de la Bella Durmiente del bosque.