¿Qué cosa puede ser más agradable que pasear casi solo por un pasillo de museo? ¿Imposible? ¡Pues no en París! Basta con ir de nocturno, a horas donde la mayoría de los visitantes se marchan.
Para que se puedan contemplar las obras de arte, tal vez con menos gente de lo habitual, los museos parisinos abren a veces sus puertas en nocturno, e incluso a veces durante toda la noche.
Todos los años, durante Noche de los Museos (La Nuit des Musées), decenas de museos parisinos abren sus puertas, encantando a sus visitantes.