Durante el periodo 1920-1930, en respuesta a la abundancia de formas y de ornamentos del Art Nouveau, los años locos inventan el Art Déco, un estilo depurado, con formas geométricas, impregnado de un cierto clasicismo. Entre los ejemplos más conocidos, encontramos el Palais de la Porte Dorée, construido para la Exposición Colonial de 1931, el Palais de Chaillot y el Palais de Tokyo, ambos inaugurados para la Exposición Universal de 1937.
En los grandes bulevares, el Grand Rex es un ejemplo espléndido de las salas de cine con efecto de paisaje, la fachada trabajada y la decoración interior inspirada en ciudades imaginarias son testimonio de los atrevimientos de este periodo.