Espacios verdes en la región parisina, calles, avenidas... ¡el arte se apodera del Gran París!
Espacios verdes en la región parisina, calles, avenidas... ¡el arte brota por todos los rincones del Gran París! Para disfrutarlo, solo hay que abrir los ojos, ¡es gratis!
© OTCP Amelie Dupont
A lo largo y ancho de los espacios verdes parisinos, se puede descubrir arte. Entre el Parque de la Villette y la obra de Fabrice Hyber, el jardín de Tullerías y las esculturas de Maillol o también el jardín de Luxemburgo y las creaciones esculturales de Zacharie Astruc, el arte es el centro de atención de numerosos parques y jardines.
En pleno corazón de la ciudad, a dos pasos del Instituto del Mundo Árabe, el museo de la Escultura al aire libre se ha instalado en el jardín Tino-Rossi. A lo largo de la orilla del Sena, se pueden contemplar unas treinta esculturas modernas, algunas de ellas realizadas por grandes nombres como son César, Brancusi o Zadkine.
En el oeste de la ciudad, el parque departamental de Île Saint-Germain, en Issy-les-Moulineaux, da cabida a una obra de arte declarada monumento histórico: la "Tour aux figures" de Jean Dubuffet, creada en 1988. Dominando el horizonte con sus 24 metros de altura, esta obra llena de color es el edificio más importante de este artista plástico. Actualmente se encuentra en proceso de restauración, pero en 2019, los paseantes podrán volver a admirarla.
Los jardines de los museos son también lugares privilegiados para admirar obras de arte al aire libre. El jardín del museo Rodin, a dos pasos del Hôtel des Invalides, acoge numerosas obras de arte del padre de la escultura moderna, como el famoso “Pensador“. Para acceder a los jardines, no es necesario pagar la entrada al museo, existe una entrada, “jardín” a un precio módico. El museo Zadkine, por su parte, se extiende hacia un maravilloso jardín lleno de esculturas del artista cubista. El acceso es libre. Cabe destacar que el Jardín de Luxemburgo acoge, dos veces al año, exposiciones fotográficas organizadas en sus verjas por el Senado.
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Ciertas obras de arte moderno forman parte integrante, en la actualidad, del paisaje de la capital, llegando a convertirse en sus emblemas. Es el caso, por ejemplo, de "Deux plateaux" de Daniel Buren, más conocida con el nombre de "Colonnes de Buren", instaladas desde 1986 en el patio de honor del Palais-Royal o de la célebre fuente Igor Stravinsky, en un lateral del centro Pompidou, creada por Jean Tinguely y Niki de Saint-Phalle en 1983. En Abbesses, el “Mur des je t’aime” de Frédéric Baron y Claire Kito, constituye también visita obligada y recibe a los enamorados del mundo entero.
En el oeste, La Défense Art Collection ofrece 69 obras monumentales dignas de admirar que se pueden contemplar desde la Explanada. Una exposición al aire libre que se puede recorrer gratuitamente los 7 días de la semana y las 24 horas del día. Entre sus obras más emblemáticas, no se pierda "Le Stabile" de Calder, "Deux personnages fantastiques" de Miró o "Le Pouce" de César.
En la zona sur del Gran París, dirección Vitry-sur-Seine para inhalar una gran bocanada de arte. Se pueden disfrutar más de 140 obras de arte contemporáneo de acceso libre distribuidas en el espacio público gracias, en particular, al 1 % artístico, que consiste en destinar el 1 % del presupuesto de un proyecto arquitectónico a la realización de una obra de arte contemporánea que se integrará en el entorno del ciudadano.
Entre las numerosas obras, destaca la célebre "Chaufferie avec cheminée" de Jean Dubuffet, una escultura monumental creada en 1996. Imprescindible también abrir las puertas del Mac/Val para prolongar esta magnífica experiencia. En las vueltas de las esquinas de Vitry también se puede apreciar "Le Pin noir d'eau triche" de Didier Marcel, "Désir-Rêve" de Jaume Plensa, "Série de 8 vitraux" de Valério Adami, el "Siloscope" del grupo de artistas LAB(au) o incluso "Ombres portées" de Bernard Monimot.
Ivry-sur-Seine expone también más de cincuenta obras de arte público. Para ofrecerle la oportunidad de (re)descubrir las obras más emblemáticas, la galería Fernand Léger ha realizado cuatro recorridos para hacer por la ciudad.
Orly-ville ofrece un gran despliegue de arte con unas veinte obras, esculturas, fuentes, murales... al aire libre, entre las cuales se encuentran “La Fresque Léo Ferré” de Miss. Tic; “Les miroirs de vent” de Claude Courtecuisse; “L’Oiseau Pylône” de Olivier Agid o “La stèle du 150e anniversaire de l’abolition de l’esclavage” de Catherine Fourniau.
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Las estaciones de la línea T3 del tranvía componen un auténtico recorrido de arte contemporáneo a cielo abierto: a lo largo de todo el trayecto que va desde la puerta de Versalles hasta la puerta de Vincennes, se pueden descubrir unas quince obras monumentales, entre las que se encuentran "From Boullée to Eternity" del artista estadounidense Dan Graham (estación puerta de Versalles), "Tchaïkovski” del artista francés Claude Lévêque (Montsouris), "Murmures" de Christian Boltanski (Ciudad Universitaria) o también el tótem de Didier Fiuza Faustino titulado "1SQMH" (One Square Meter House en la puerta de Ivry).
En la actualidad, infinidad de obras de arte visten el paisaje con sus coloridos tejidos bajo una iluminación monumental. En el distrito 13, como auroras boreales, olas luminosas acarician los dos silos de cemento que se alzan a lo largo del periférico a la altura de la puerta de Ivry. Creada por Laurent Grasso, "Solar Wind" cambia en función de la actividad solar. Con una altura de 40 metros, se impone como la instalación más grande de la capital.
En el jardín del museo del Quai Branly -Jacques Chirac, podemos descubrir "L’Ô," una creación de Yann Kersalé, realizada con juncos y cuyo color varía según la temperatura. Otros edificios han sufrido también una reinterpretación de la mano de artistas contemporáneos, como por ejemplo la Caisse des dépôts et consignations que renace por la noche en una puesta en escena creada por el artista plástico estadounidense James Turrell, o la fachada del Louvre des Antiquaires, revisitada por el artista francés François Morellet.
Patrice Hamel, por su parte, ha creado un recorrido luminoso a través de todo el Gran París: del centro al norte podemos cruzarnos con sus “Réplicas” de palabras escritas en neón, en particular en la fachada del Ircam, en el boulevard de la Villette, en la Ciudad de las Ciencias y la Industria o en la mediateca Persépolis en Saint-Ouen. En el norte, en Pantin, no puede perderse la impresionante iluminación de los Grands Moulins, imaginada por Éric Michel, ni tampoco la insignia absolutamente gráfica de Pierre di Sciullo con la que se engalana el techo del Centre National de la Danse.
El pasaje del Ourcq ofrece, bajo el puente del periférico, una bóveda estrellada titulada “De passage", todo un espectáculo. Lo mismo sucede en la calle Saint-Maur, iluminada por el arcoíris "Cry Me a River" de Ugo Rondinone, colocado sobre un edificio.