Calidad del aire de París

Todo lo que debe saber sobre la calidad del aire en París, la etiqueta Crit'air y las medidas adoptadas por la ciudad para luchar contra la contaminación atmosférica

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El aire de París se controla constantemente desde 1954 y, desde 1979, se confía a AIRPARIF, organismo autorizado por el Ministerio de Medio Ambiente. La calidad del aire se indica diariamente en las numerosas vallas electrónicas de la ciudad, según un índice que va de 1 (muy bueno) a 10 (muy malo), de acuerdo con las normas internacionales recomendadas por la OMS y la Comisión Europea.

La etiqueta adhesiva obligatoria Crit’air

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Desde el 1ero de julio del 2017, París se ha convertido en zona con circulación restringida. Todos los vehículos que circulan en la capital (en la zona situada en el interior del boulevard periférico) deben poseer una etiqueta llamada Crit’air, que lleva un numero entre 0 y 5 para indicar el nivel de polución de los coches, scooters, motos… los conductores que no la poseen, se arriesgan a una multa si son controlados. En caso de pico de polución, algunas categorías de vehículos pueden tener una prohibición de circulación a ciertas horas.

En los puntos álgidos de contaminación, los medios de comunicación informan a la población. Estas alertas son importantes sobre todo para las personas sensibles como niños, mayores o mujeres embarazadas. Asimismo, se recomienda evitar las actividades deportivas al aire libre. A pesar de estas alertas puntuales, la lectura de los resultados anuales indica una calidad del aire generalmente bastante buena.

  • Si quiere saber más sobre la observación de la calidad del aire en Ile-de-France, consulte el sitio web de AIRPARIF.

Medidas tomadas

Entre las medidas tomadas por la ciudad para luchar contra la contaminación atmosférica, destacamos: la multiplicación de los vehículos municipales y autobuses ecológicos (que funcionan con electricidad o gas natural), carriles bici, «barrios verdes» con tráfico reducido, espacios de vida más distendidos en los ejes muy frecuentados, así como la mejora de los transportes públicos, especialmente por medio de la creación de carriles de autobús protegidos y el proyecto del tranvía en los bulevares periféricos. Además, el Ayuntamiento anima a los parisinos a utilizar preferentemente el transporte público y apoya al desplazamiento en bicicleta y sobre patines.

En caso de puntos álgidos de polución, el Prefecto de Policía puede decidir alternar la circulación de automóviles, reducir el límite de velocidad, prohibir los autocares en el centro de la capital o imponer la gratuidad de los transportes públicos regionales.