El Marais, el Sacré-Coeur, l’Île de la Cité... París cuenta con muchas ineludibles obras maestras que descubrir. Pero te equivocarías al limitarte a los monumentos de postal. La Ciudad Luz esconde un gran número de tesoros ocultos e insólitos, e incluso sorprendentes pequeños pueblos insólitos. Joyas arquitectónicas, villas secretas, guaridas en lo alto... ¡Déjate sorprender por estos lugares más confidenciales, pero que se merecen la visita!
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El movimiento arquitectónico del Art Nouveau fue tan deslumbrante (sólo duró unos veinte años, entre 1890 y 1910) como sorprendente. Con sus originales creaciones, sus fachadas ornamentadas y coloridas y sus decoraciones inspiradas en la naturaleza, las plantas y los insectos, este estilo no deja indiferente a nadie. En París, es sobre todo en los barrios burgueses, y más concretamente en el distrito 16, donde más pueden admirarse estas curiosidades, cuyos mayores maestros fueron Jules Lavirotte y Hector Guimard, a quien debemos los famosos edículos del metro. Así que no dudes en recorrer las calles en busca de estos edificios singulares y desvíate para admirar el "Castel Béranger" en el 12/14 de la rue Jean de la Fontaine, 75016. Sorpresa garantizada.
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Desde el barrio de la Butte-aux-Cailles hasta el gran bulevar d’Ivry, el distrito 13 es sin duda uno de los templos del Street art de París. Preciosas plantillas, grafitis salvajes, enormes frescos en las fachadas de varios edificios... Artistas del barrio, como Miss Tic, o de todo el mundo, como Obey, C215 o Seth, han dejado su huella en esta galería al aire libre. Y para completar tu paseo artístico, visita la galería Lavo//matik, en el Boulevard du Général-d'Armeé-Jean-Simon, para conocer mejor este estilo tan especial que decora las calles.
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Los distritos 11 y 12 son barrios típicamente parisinos donde la vida florece en torno a terrazas con ritmo, famosos restaurantes, cafés de moda, y, sobre todo, en el recodo de pequeños y acogedores pasajes. Los encontrarás sobre todo en los alrededores de la Bastille, a lo largo de la rue du Faubourg Saint-Antoine o en el barrio de Charonne. ¿Las visitas que no tienes que perderte? La Cour du Bel Air (56 rue du Faubourg Saint-Antoine), el Passage du Cheval Blanc (21 rue du Faubourg Saint-Antoine), la Cour Damoye (12 place de la Bastille), el Passage du Chantier, la Cour des Bourguignons, el Passage Lhomme... No dudes en pasear por los callejones o deambular por las callejuelas, podrás descubrir talleres floridos, tiendas de artesanía escondidas o lofts reconvertidos.
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A pesar de su imagen urbana y moderna, el distrito 19 alberga uno de los pueblos más bucólicos de París: La Mouzaïa. Este pedacito de campo en medio de la ciudad está a un paso de la Place des Fêtes y se compone de un laberinto de pequeñas villas residenciales en la calle del mismo nombre. Villas Lilas, Alexandre Ribot, Claude Monet... En este laberinto, podrás admirar casas con encanto retro, fachadas coloridas, árboles floridos y una vegetación exuberante. Una hermosa escapada.
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La Villa du Borrégo, la Villa de l'Hermitage... El distrito 20 esconde una serie de pueblos confidenciales que se pueden descubrir dando un paseo. Una de las más sorprendentes es sin duda la Campagne à Paris (el Campo en París): un microbarrio verde que recuerda las pequeñas aldeas del campo. Construido para los trabajadores en el siglo XX, este conjunto de calles es ahora uno de los secretos mejor guardados de la ciudad. Con sus adoquines, sus casas de ladrillo y sus jardines floridos, la Campagne à Paris no podría tener mejor nombre. ¡Cambio de ambiente garantizado!
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A la sombra de las famosas Buttes Chaumont, la Butte Bergeyre ofrece una vista impresionante de la ciudad, de sus típicos tejados y de sus bellos monumentos como el Sacré-Coeur o la Torre Eiffel. Encaramado a 100 metros de altitud, este pequeño y atípico barrio cuenta con un encantador y tranquilo estilo: pequeñas casas y parcelas a escala humana, jardín compartido, viñedos... Un lugar tranquilo y atemporal que se puede descubrir a lo largo del día, pero que resulta aún más impresionante al atardecer.
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Al pie de la place de la Bastille, el Port de l’Arsenal une el Sena con el Canal Saint Martin. En su día fue un puerto de mercancías, en cuanto ahora es un puerto deportivo y un lugar agradable para alejarse del ajetreo de la capital. A lo largo de sus 4,5 km de orillas, podrás admirar pequeñas embarcaciones, leer un libro, hacer un picnic en el parque contiguo, o saborear pescado y marisco en el Grand Bleu, la guinguette (especie de merendero) que lo domina. ¡Ideal para disfrutar de unas pequeñas vacaciones en París!
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Las antiguas líneas de ferrocarril de París se visten de gala para ofrecer a parisinos y visitantes lugares únicos y agradables para vivir. El primer tramo en haber sido rehabilitado, la Coulée Verte es un oasis en medio del distrito 12, entre Bastille y Vincennes. Este paseo plantado de 4,5 km se diseñó como un jardín suspendido sobre las vías. Con rosales, bancos a la sombra, zonas verdes y pasaje entre edificios, se puede recorrer de punta a punta o en pequeños tramos. No te pierdas la oportunidad de bajar de vez en cuando para descubrir el Viaduc des Arts y las tiendas de artesanía que domina.
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Dinámico, creativo, innovador... Desde hace unos años, el distrito 13 se reinventa para atraer a los curiosos que buscan cosas poco comunes. Gracias a sus buenos restaurantes, sus bares de moda, sus animados muelles y su agradable vida cotidiana, la apuesta parece haber dado sus frutos. Y para acoger toda esta nueva fauna, la arquitectura no se queda atrás. Los grandes nombres de la arquitectura moderna han tomado la iniciativa de instalarse aquí, dando lugar a una mezcla ecléctica y sorprendente, sobre todo en torno a l’Avenue de France: la sede de Le Monde y sus pantallas de LED, la torre Home blanca y dorada, el bloque Fulton y sus balcones que cambian de color, la torre de la "biodiversidad" M6B2, el edificio negro "Le nid" T8, etc. Se trata de creaciones impresionantes que merecen una visita y que no dejarán de provocar reacciones.
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Las orillas de los canales parisinos son una visita obligada para todo aquel que quiera asomarse a la auténtica vida parisina y disfrutar de un agradable paseo: desde el Canal Saint Martin hasta Pantin, pasando por la Rotonde, el Canal de l'Ourq y el Bassin de la Villette. A lo largo del agua, puedes encontrarte con amigos y disfrutar de una comida para llevar o de una bebida, jugar al Molki o a la petanca, así como sentarte en terrazas de bares famosos como el Point Éphémère, Chez Prune, el Pavillon des Canaux, el Paname Brewing o saborear los platos propuestos por Gros Bao, Siseng, la Maison Becquet o Simonetta, antes de disfrutar de actividades al aire libre o de conciertos en las salas de La Villette como el Cabaret Sauvage o el Zénith... Sea cual sea la hora del día, sea cual sea el tiempo que haga, serás bienvenido a lo largo de los canales.