Detrás del emblemático Marché Saint-Germain, en el distrito 6, se esconde un pequeño bar de vinos de estilo elegante. Chimenea de mármol esculpido, cubierta acristalada, piedras antiguas en el bar, rincones reservados para conversar sin necesariamente oír las conversaciones de los demás… La carta consta de no menos de 3 000 referencias de vinos de gran calidad que se pueden tomar acompañados con exquisitos platillos para picotear. Ambiente tranquilo y relajado. El toque de la casa: un vino sorpresa a 12 €… Si el cliente lo reconoce, se lleva gratis la botella. Una buena dirección para pasar una noche entre amigos o en pareja.