
Bienvenido a una joya arquitectónica en el corazón de París, en una visita autoguiada.
Obra maestra del refinamiento inaugurada en 1875, se ha convertido desde entonces en uno de los símbolos de la Ciudad de la Luz.
Admire el esplendor de la rotonda de los abonados, explore la gran escalinata y contemple la belleza del techo del Grand Foyer. Este recorrido cultural es una visita obligada para los amantes de la historia y el arte. ¡No se pierda esta experiencia única!
Reserve ya su billete en línea para evitar colas.
Lo que va incluido :
Esta entrada permite el acceso a las zonas comunes del Palais Garnier: el Gran Escalier, los salones y vestíbulos.
Por razones relacionadas con las actividades del teatro, el auditorio es regularmente inaccesible a los visitantes y algunas zonas pueden estar cerradas a los visitantes.
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Acceso gratuito para los niños de menos de 12 años de edad, las personas con discapacidad y su acompañante, y demandantes de empleo (con la presentación de un documento justificativo)
El Palacio Garnier está abierto al público de 10:00 a 16:00 (de 10:00 a 17:00 de mediados de julio a finales de agosto), salvo cierres excepcionales. El edificio cierra una hora más tarde.
Todo fue sobre ruedas. Al principio teníamos dudas de como se iba a gestionar el horario de acceso, pues las entradas que adquirimos a través de esta web no tenían horario asignado, y la información que daba la web era que podías acceder a cualquier hora durante el día escogido, y en función de la gente que hubiese tendrías que esperar más o menos.
En nuestro caso, fuimos a hacer cola a las 9:45, porque la Ópera abre a las 10, y así nos asegurábamos poder entrar relativamente pronto. Todo siguió un horario perfecto. Justo a las 10 se abrieron las puertas, la gente fue entrando y sin ningún tipo de problema pudimos acceder a la visita.
Os recomiendo que vayais a primera hora, y os pongais al principio de la cola, sobre todo para poder disfrutar de la gran escalera y primer piso sin una multitud de gente por ahí. Además, así quedan mejor las fotos.
El edificio es precioso, y me gustaría volver, pero en la próxima ocasión para ver un ballet.
Un espacio maravilloso, todo un lujo para visitar.
La organización de la entrada un tanto caótica; faltaba información acerca de las diferentes filas según si se tenía ya la entrada comprada o no.
Visita a un lugar espectacular, muy fácil la gestión de la reserva de entradas a través de la oficina de turismo.
Totalmente recomendable.